El coruñés Piedrahita

El coruñés Luis Piedrahita es un humorista que nació en nuestra capital en el año 1977. Acaba de ver la luz su último libro que lleva por título “El castellano es un idioma loable, lo hable quien lo hable”. Que ha sido editado por la prestigiosa editorial Planeta. Se ha sometido a una serie de preguntas el bueno de Luis que afirma, por ejemplo que por supuesto el castellano es un idioma loable y se pregunta, con toda ironía que ¿quién es Artur Mas? En relación con los manuales de instrucciones dice que son difíciles de entender “porque están escritos a mala idea para que rompa el aparato y se vuelva a comprar otro” y añade que si hubiera un manual para solucionar la crisis, ya habríamos roto la crisis para comprar otra nueva.

En cuanto a lo mal redactados que están esos folletos, da una razón: “Porque las máquinas traductoras se creen personas. Y así salen las chapuzas que salen”. Se le pregunta por qué no se mete con la letra pequeña de los bancos y responde: “Es incierto”. En alguna parte digo: “Las cajas nunca mienten, a no ser que sean cajas de ahorros” y matiza: “A veces lo que se dice mal es más interesante que lo que se dice bien” Habla el autor coruñés de los “bombones con tuercas” y envía una caja a los talleres de reparaciones que lo hacen mal y cobran bien. Cita los tés verdes con saliva” y opina que son ideales para los viejos lascivos y matiza: “Lo que no me explico es para qué hay que escupir en el té, salvo que sea para enfriarlo”. Dice en un pasaje del libro que hay “cunas que aconsejan atar un colegio de abogados cerca del bebe” ¿Para qué?: para tener sueños con cobertura legal: No se deben tener sueños fuera de la Ley. También habla en el libro de una tostadora que hace “sándwiches de acero” y explica que son inmejorables para una salud de hierro. Su consumo les viene muy bien a los dentistas. Finalmente, se le pregunta si sabe algo de hormigas, ya que trabaja en “El Hormiguero” y contesta: “poca cosa: que general ácido fórmico para ir todas en fila”.

En fin, un humor, el de nuestro paisano, un tanto sutil, inteligente y no para todos los públicos.

El autor en un hombre cáustico hasta decir “basta”. Le deseamos un éxito editorial, como autor y como paisano.