RAMIRO CARREGAL Y SENSIBILIDAD SOCIAL

Demasiadas asociaciones y entidades culturales, deportivas y sociales sobreviven gracias a la voluntad de sus dirigentes o responsables así como a la colaboración y ayudas económicas de entidades y empresas privadas. Un claro ejemplo de los grandes mecenas, de ambos márgenes de la Ría de Arousa, es Ramiro Carregal, que a pesar de sus detractores, envidiosos y enemigos que pudiera tener, la realidad es lo suficientemente evidente para demostrar su empatía y sensibilidad con los colectivos, asociaciones y familias más humildes, que siguen siendo las mayores víctimas de la crisis económica y de valores que estamos arrastrando, desde hace algunos años.
Es justo reconocer la labor de este tipo de personajes que, teniendo todo lo que desean, materialmente, y pudiendo vivir muy bien junto a su familia, dedican una parte de su tiempo y patrimonio personal y empresarial a colaborar, activamente, con los más humildes. A pesar de todo ese merecido agradecimiento público no es menos cierto de que la responsabilidad mayor es el de las diferentes administraciones públicas y dirigentes políticos, que aún no son lo suficientemente conscientes de la necesidad de observar la realidad social y valorar sobre el destino de una mayor dotación presupuestaria  para los departamentos de servicios sociales o de bienestar para que las millares de familias humildes, de nuestro país, puedan disfrutar de lo mínimo para sobrevivir.

RAMIRO CARREGAL Y SENSIBILIDAD SOCIAL

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