EL ENTRENAMIENTO INVISIBLE

Todos conocemos la importancia del entrenamiento para que un jugador esté físicamente en plena forma. Me gusta diferenciarlo en entrenamiento controlable y entrenamiento invisible. En el controlable planificamos y diseñamos nosotros mismos las cargas, tareas y demás condicionantes que podemos manipular a nuestro antojo en función de día de la semana, sensaciones y/o problemas de nuestros jugadores, condiciones físicas de cada uno, etc... Somos los responsables únicos, hablando desde el punto de vista del entrenador.
En el invisible no tenemos manera de controlar, no tenemos potestad sobre el mismo. Aunque intentemos pautar, advertir y aconsejar que es lo que debe hacer el futbolista. Hablamos de aspectos como  alimentación, descanso y vida privada. Nosotros informaremos al futbolista de qué es lo correcto en cuanto a esos aspectos y la influencia de llevarlo a cabo,  y en consecuencia que resultados positivos y negativos puede tener en función de hacer lo correcto o lo incorrecto.
Si planificamos y diseñamos una carga de entrenamiento determinada, pero el jugador luego no es responsable ni consciente de la importancia de una correcta alimentación y un descanso adecuado,  la asimilación del entrenamiento y sus consecuencias no serán favorables.
Mi pequeña y enriquecedora experiencia en el fútbol me dice que hay varios tipos de jugadores según su entrenamiento invisible. Están los que se cuidan a rajatabla, los que no, los que aún cuidándose les cuesta mucho estar en su peso ideal y también de los que comiendo de todo no engordan.  Lo que está claro es que el futbolista debe conocer qué es lo correcto y lo que no es correcto y sus beneficios y efectos negativos.
Jugadores como Benzema e Isco o en el pasado Ronaldinho y Viqueira, son ejemplos de un problema del entrenamiento invisible y su consecuencia para bien o para mal en cuanto a rendimiento y muchas más cosas. Evitar lesiones, asimilación de las cargas de trabajo, tomas de decisiones y ejecuciones correctas, acciones físicas eficaces y muchos más beneficios tendrían un entrenamiento invisible bien llevado a cabo.