La ijnvestigada prestaba sus servicios durante las mañanas y, tal y como ya informó este periódico, tenía acceso a la tarjeta de drédito de la mujer a la que cuidaba. Los cargos con la misma se efectuaron en gasolineras, restaurantes, estancos y tiendas de ropa, así como retiradas en cajeros automáticos en la localidad boirense
La Fiscalía le reclama que indemnice a su víctima con el dinero del que se apropió indebidamente y una multa de 6.600 euros
Los fraudes a través de la red son cada vez más frecuentes y utilizan artimañas en muchos casos difíciles de detectar
El juez cita como testigo a la profesora que dio a Luis Medina el contacto del primo de Almeida
A Illa registra desde hace días una petición de fondos puerta a puerta y por la calle para una supuesta “Cofradía da Virxe do Carme” de la que, si embargo, ninguna entidad oficial tiene conocimiento.
El fiscal anticorrupción ha intentado en vano, hasta el momento, interrogar a San Chin Choon, el proveedor del material sanitario con el que los empresarios Alberto Luceño y Luis Medina estafaron, supuestamente, al Ayuntamiento de Madrid durante la pandemia.
El vecino saliniense adelantó 350 euros por la compra del equipo y la mujer, con antecedentes, adoptó otra identidad
Tras consultar con su operador telefónico, descubrió que le habían realizado un duplicado de su tarjeta SIM en una tienda de Vigo.
La Guardia Civil investiga a dos personas, ambas residentes en la comarca pontevedresa de O Condado, que están acusadas de estafar cerca de millón y medio de euros solicitando préstamos a nombre de clientes del concesionario que regentaban.
Las víctimas aceptan el trato, dado el módico precio, y proceden a instalar, tal y como les indican desde el supuesto servicio técnico, un programa que habilita el acceso remoto a su ordenador, para, en teoría, que eliminen el virus de su terminal.Sin embargo, una vez tienen el control del ordenador, los autores de la estafa instalan diversos tipos de malware, lo que les permite acceder a todos los datos contenidos en el mismo, y hacerse con las diversas claves utilizadas por el usuario, concretamente con las de banca online.Además, y con el pretexto de hacer una factura por los servicios prestados, el llamante pide a la víctima sus datos personales completos, su DNI, e incluso han llegado a obtener directamente de las víctimas sus datos bancarios completos.Con estos datos, y con los facilitados por el usuario de su tarjeta de crédito, los autores comienzan a ordenar transferencias y pagos de todo tipo, que continúan hasta que la víctima se percata de los movimientos en su cuenta.
La víctima compró un vehículo por internet por 2.500 euros a través de una conocida página de internet pero nunca recibió el coche.
El perjudicado interpuso una denuncia tras haber invertido 10.000 euros sin haber recuperado el dinero ni poder contactar con la investigada.
Si el usuario no ha ejecutado el archivo que se descarga tras pulsar el enlace, posiblemente su dispositivo no se habrá infectado.