Las trampas con atrayentes como la miel, cerveza o refrescos de cola azuarados que dan buen olor para cazar a las avispas velutinas han resultado insuficientes para frenar su amenaza sobre las abejas y la cosecha de los apicultores. Tampoco los “raquetazos” con raqueta de bádminton que llegó a utilizar Marcos Otero, responsable de As Colmenas do Meco, fueron efectivos. Por eso este apicultor de O Grove está probando este año un nuevo sistema, una especie de arpa eléctrica casera aniquiladora de velutinas. “Teño un amigo que xa a montou e a el foille moi ben”, explica Otero.
El sistema fue patentado por la Asociación Galega de Apicultura, AGA, que distribuyó entre sus socios un manual de instrucciones para poner en marcha la trampa. El artilugio se construye con tubos, accesorios PVC, tramos de goma, bridas, tornillos, tuercas e hilo de acero, entre otros materiales. La idea es que un generador de electricidad como un panel solar o una batería lance la corriente a los hilos de acero colocados en la estructura a modo de arpa para que cuando pasen las avispas entre ellos dejen de volar al “pegarlles un chispazo” y caigan a un recipiente de agua colocado en el suelo para que se ahoguen.
El problema es que “tamén cae algunha abella”, señala Marcos Otero, de As Colmenas do Meco, “pero a cantidade en comparación coas velutinas non ten nada que ver”. Otero espera que el sistema funcione, “en poucos días din que deixa de haber velutinas nas colmeas”.
Las trampas se colocan una entre cada 10 colmenas y el coste de cada unidad puede rondar los 100 euros en función de si se necesita contratar algún electricista o experto para construir el sistema de alimentación.
Grupo de investigación
Un grupo de investigación formado por diversos expertos inventó y patentó este instrumento abierto a la incorporación de las mejoras propuestas por los socios que lo están utilizando en sus explotaciones. Desde la agrupación de profesionales de la apicultura señalan que empezaron a trabajar con métotos caseros “ante a falta dunha actuación decidida por parte das administracións” ya que sus reivindicaciones “non son atendidas” mientras “o problema vai a máis”. De hecho, Otero señala que nota un incremento de avispas velutinas este verano, “falas con xente que ten colmeas e hai moitas máis” y todos critican que la Administración se limitó a ofrecer trampas con atrayentes odoríficos durante la primavera. Pero este apicultor de O Grove explica que aunque algunas velutinas caen “en verán cazan abellas por iso esas trampas deixan de ser efectivas, non fas nada”.
El año pasado las velutinas mataron en el colmenar de Marcos Otero 40 colmenas y debilitaron otras tantas que murieron en invierno. Ahora espera que esta "trampa activa" ayude a sus abejas a sobrevivir. l