El BNG considera que la localidad padece un problema de estacionamiento en cuanto a su configuración, más que por el número de plazas existentes, que tiene su origen en que “o urbanismo é unha das materias mais descoidadas” por el Gobierno local.
Como ejemplo se refirió a la zona azul, cuyas máquinas expendedoras de los tickets no funcionan, o la “situación anómala do paseo Román López, zona teóricamente peonil mais reconvertida en aparcadoiro na práctica ante a falta de vontade da Xunta e do Concello para construír un novo centro médico”.
A este respecto, los nacionalisas explicaron que existen usuarios del centro de salud y de los juzgados, ubicados en esta vía, que aparcan sus coches en el paseo aunque no se trate de una cuestión urgente. De hecho, existe una señal a la entrada que prohíbe el paso a no ser que un enfermo que llegue en un coche particular tenga problemas de movilidad o se trate de casos urgentes.
la zona azul "se pudre"
Por tal motivo, han vuelto a reclamar el traslado del centro médico a un edificio nuevo y en una finca con mejor ubicación, accesible para turismos y ambulancias y también porque son necesarias unas instalaciones más amplias, según el Bloque.
Para el grupo nacionalista el problema del estacionamiento “non é tanto as prazas dispoñibles, senón a inseguridade que provoca estacionar na zona azul, onde a sinalización vertical advirte dun tempo máximo de estacionamiento pero na práctica as máquinas expendedoras dos tíckets están totalmente abandonadas, polo que resulta imposible indicar a hora á que se estaciona o vehículo”.
Una reforma que, recordó, en su día contó con el respaldo del comercio local y los vecinos pero que hoy en día se traduce en “máquinas apodrecendo enriba das beirarrúas xa de por sí estreitas”, declararon desde el Bloque caldense. n