La Policía Local ribeirense recibe múltiples quejas por parte de la ciudadanía debido a la falta de un servicio de lacería que funcione las 24 horas del día y los 365 días del año. Su horario limitado, de lunes a viernes de 9.00 a 13.00 y de 15.00 a 17.30 y los sábados sólo por la mañana, permaneciendo cerrado domingos y festivos, está generando una situación que tiene como principal consecuencia que muchos animales se queden sin recoger. Las únicas excepciones fuera del horario establecido para que se puedan solicitar esos servicios o los de un veterinario es que se trate de un perro con un comportamiento peligroso -no hace falta que sea específicamente de los considerados como potencialmente peligrosos-, que esté herido o en peor situación.
Fuentes policiales indicaron que esta situación viene derivada del contrato que tiene el Concello con la empresa concesionaria del servicio de lacería, Servigal, con sede en A Coruña. La Policía Local, que es la única vía a través de la que se puede tramitar directamente las peticiones para la recogida de perros, se está viendo desbordada ya que, al no haber un servicio completo de lacero, ellos no pueden hacer casi nada, pues carecen de medios para recogerlos y un lugar al que llevarlos. Precisaron que cuando es imposible localizar al dueño, pues en la mayoría de las ocasiones no tienen microchip, a la gente que avisa de la presencia de un perro abandonado o extraviado se le pide que quede en custodia del animal hasta que se pueda llevar a la perrera el siguiente día hábil.
En algunas ocasiones, un agente municipal de motu propio, pues no entra dentro de sus funciones, es el que se hizo cargo del perro. Desde la Policía Local, que advierten de la necesidad de ordenanzas reguladora y fiscal del servicio de lacería, indicaron que si no se retiran de la calle esos perros se convierten en un grave peligro para la circulación de vehículos, pudiendo causar accidentes, y, en el caso de los potencialmente peligrosos, lo son también para las personas. En verano, tras el confinamiento derivado de la pandemia de la Covid-19, la Policía Local recibió múltiples llamadas avisando de perros deambulando por las calles, con una media de cuatro diarias, y eso se debió a que desde junio mucha gente se deshizo de ellos tras usarlos de disculpa para salir de casa. Este año también se instruyeron media docena de atestados por mordeduras de perros a perros y a personas.