El vilagarciano Óscar Manuel Rial Iglesias, más conocido como “el Pastelero”, se sentará el próximo mes en el banquillo de la Audiencia Nacional acusado de dirigir una red de tráfico de drogas internacional que movería diez toneladas de cocaína al año. Junto a él serán juzgados el cambadés Constante Piñeiro, “Costiñas”, y los hermanos isleños Carlos y Francisco Cañón García.

Las fuerzas policiales consideran a Óscar Rial, de 40 años de edad, uno de los mayores narcotraficantes actualmente en activo. Sin embargo, su denteción hace tres años sorprendió a buena parte de la sociedad vilagarciana.

El hombre, que regentaba una pastelería en pleno centro de la ciudad, no tenía antecedentes penales cuando en diciembre de 2009 era arrestado por su presunta relación con una red de blanqueo de dinero. Fue entonces cuando se supo que Iglesias Rial estaba inmerso en el sumario abierto por la Audiencia Nacional a raíz del apresamiento del buque “San Miguel”, interceptado en aguas de Canarias con 3.500 kilos de cocaína.

Por este alijo fueron procesadas 20 personas. La declaración de un testigo protegido en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia permitieron descubrir que detrás de la droga intervenida por el Servicio de Vigilancia Aduanera se hallaba una red criminal internacional dirigida, presuntamente, por el empresario vilagarciano.

La banda, con ramificaciones en África y América del Sur, movería al año cerca de diez toneladas de cocaína importada desde Colombia. Además, también traería hachís de Marruecos, según fuentes de la investigación.

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco tambien atribuyó el papel de dirigentes de la banda al cambadés “Costiñas” y a José Andrés Bóveda, “Sandokán”, un conocido piloto de planeadoras. Además, en este proceso hay otros 25 imputados entre los que se encuentran los hermanos Cañón García, lancheros de A Illa más conocidos como “os Calóns”, que supuestanmente se encargarían de recoger la droga en alta mar y, después, descargarla en puntos de la costa gallega.

La investigación también permitió la detención de una red liderada por el colombiano Isaac Vélez y los arousanos Daniel Baúlo Carballo y José Benito Charlín, condenados por la Operación Destello.

Oscar Rial ya fue detenido en mayo de 2011 por estos hechos y posteriormente puesto en libertad con cargos, al igual que su presunto socio Constante Piñeiro. Ahora, ambos tendrán que sentarse en el banquillo de la Audiencia Nacional en un juicio que tendrá lugar en marzo. El fiscal pide para ellos sendas penas de 18 años de cárcel por un delito de tráfico de drogas y otro de blanqueo de capitales.