Uno no sabe en donde se puede encontrar con alguien que descubra sus talentos. El riveirense Pablo González Dieste, de 18 años, jamás habría ni tan siquiera soñado que le propondrían para ir a un casting de modelos y menos si la elección se produce en un fortuito encuentro en pleno centro de Madrid, en donde estaba de excursión con sus compañeros del colegio Galaxia, al que llegó después de que, en su “etapa rebelde” no tuvo un buen curso en el IES Número 1. Había anochecido y disfrutaba de unas horas libres en ese viaje celebrado a mediados de diciembre pasado cuando al pasar por la Calle Callao se lo encontró de frente y por sorpresa Katia, una cazatalentos de la agencia Lucso Models. Le llamó la atención su perfil y durante el cuarto de hora de conversación que mantuvieron trató de saber sus aficiones y sus gustos, así como convencerlo para que la llamase o le escribiera un mensaje de whatsapp al número de teléfono que figuraba en la tarjeta de visita que le entregó por si se decidía y estaba interesado en presentarse a un casting de modelos.
Pablo quedó muy sorprendido, al igual que sucedió con quienes iban con él. Durante las horas siguientes, sus compañeros no dejaron de hablarle del tema, animándolo para que no dejase pasar esa oportunidad que se presenta una vez en la vida, algo que también hicieron sus padres y, de una forma especial, su padrino, Manolo Dieste. Este muchacho, al que le apasiona la asignatura de Historia al permitirle conocer el pasado, no dudó en mirar para el prometedor futuro que se le presentaba. Desde hace un par de años ya venía mostrando cierto gusto por la moda, empezando a arreglarse y a cuidar su cuerpo como otros muchachos de su edad, pero sin verse para nada dentro del mundo de los modelos. Usa cremas pero sólo para hidratarse después de afeitarse o depilarse, y le gusta cuidarse tanto físicamente, yendo al gimnasio y practicando algún deporte como fútbol sala, como en lo relativo a la alimentación, pero sin convertirse en una obsesión. Pese a no tener ninguna experiencia en la moda, le contestó a Katia que aceptaba la proposición y regresó a Madrid poco antes de Fin de Año tras darle cita para un casting, en el que le tomaron medidas y le hizo una entrevista Nacho Costa, que logró superar y poco después firmó un contrato con esa agencia que acaba a finales de mes.
Este riveirense quiere estudiar Fisioterapia pero la moda tampoco le desagrada después de la experiencia que está viviendo y que le ha abierto los ojos sobre lo que quiere hacer. Le gustaría irse para la capital de España a vivir, y que si continúa en la agencia de modelos buscará la forma de compaginarlo con sus estudios, algo que le dicen que es muy importante que no abandone. Le llamaron hace unas semanas para hacer dos castings con Hyundai y El Corte Inglés, pero no se pudo presentar pues estaba en plena etapa de exámenes globales. Ahora está pendiente de que se concrete un desfile con un diseñador de A Coruña para el 11 de junio, con el que está ilusionado. Mientras tanto, sigue cuidándose y alternado la ropa sport y floja al más puro estilo americano con la más típica italiana, en la que siente predilección por Mariano Di Vaio, que son más desenfadados y con los que se siente cómodo. Le gustaría desfilar o ser la imagen para marcas de Amancio Ortega, para Dolce & Gabbana o Armani.