El alcalde de O Grove firmaba ayer la orden de precinto del hotel Don Mexilón, situado en Reboredo, sobre el que pesa una sentencia firme de demolición.
La Policía Local deberá colocar el precinto el próximo jueves, según consta en el requerimiento de la Alcaldía que ayer estaba ya en poder del denunciante.
La instalación del precinto, sin embargo, no implica más que una nueva notificación al propietario de este establecimiento, que conoce desde hace tiempo su obligación de demoler lo construido en exceso, es decir, el bajo cubierta y la cafetería anexa.
Y es que según se recoge en la sentencia, el inmueble incumple también el retranqueo, el número de plantas y el fondo construido, además de otros matices.
Sin embargo, y según consta en la documentación que obra en poder del denunciante, el infractor obvia los requerimientos. Y es que a pesar de que sobre el establecimiento pesa una orden de cese de actividad de diciembre de 2012, y una segunda, de julio de este año, el hotel trabajó durante toda la temporada.
La firmada ayer no es la única resolución que el alcalde deberá rubricar por un tema similar. Sobre el restaurante Culler de Pau, situado en el mismo entorno, pesa también una sentencia similar que obliga a la demolición del exceso de edificación.
A esta resolución judicial se llega también tras la denuncia de un particular, que ayer recordaba que el alcalde debía de haber precintado este establecimiento “hace seis meses”.
Y es que el Concello es responsable subsidiario cuando los promotores hacen caso omiso de las órdenes de demolición. Pero en tiempos de crisis, derribar un edificio se hace imposible hasta para las administraciones.