Agentes de la Policía Local de Sanxenxo colocaron esta semana un nuevo precinto en los apartamentos Playa de Canelas, sobre los que pesa una orden de derribo y que cesaron actividad el pasado verano, tras un primer precinto municipal. Testigos presenciales comprobaron como estos días los agentes volvían a reponer el precinto sobre las instalaciones turísticas que llevan cerradas varios meses.
Fuentes municipales, sin embargo, aseguraban ayer desconocer este hecho y aseguraban que los apartamentos permanecen inactivos y con el precinto visible desde el pasado año.
Y es que las mismas fuentes confirmaban que lo que sí ha hecho el Concello esta misma semana ha sido remitir un informe al juzgado, en el que hacen constar el precinto en vigor sobre los apartamentos.
El informe fue solicitado por el propio Juzgado, que preguntaba al Concello si había sido alterado por los propietarios para ejercer la actividad durante la Semana Santa.
Parece ser que esta irregularidad fue puesta en conocimiento judicial por denunciantes particulares.
Al Concello no le consta ni que el precinto se rompiese ni que los apartamentos hubiesen sido alquilados desde el pasado verano. Y así se lo trasladó al Juzgado.
Ahora, la administración local espera que el Juzgado responda a su petición. Y es que hace ya unos meses solicitó la inejecución de la sentencia que ordenaba el derribo del edificio por incumplir la licencia concedida en su día, que contemplaba un semisótano, planta baja y dos pisos. Pero lo edificado excede en mucho lo permitido. Por ello una sentencia judicial anuló las licencias de obra y de actividad, lo que hace que el establecimiento carezca de permiso alguno para poder trabajar.
Con todo, el Concello argumenta ahora que la edificación —propiedad de la misma familia que el edificio Progreso— es legalizable. En ello trabajan los propietarios, que ya elaboraron el pertinente proyecto que permita que la edificación se mantenga en pie.
Sobre ella pesaba una orden firme de derribo y el juzgado ya comunicara al Concello de Sanxenxo la fecha del pasado 17 de diciembre como tope para proceder a la demolición, toda vez que el propietario había obviado hasta entonces su obligación de hacerlo de forma voluntaria.
Y es que los precintos sobre los apartamentos Playa de Canelas no son recientes. Comenzaron en junio del año 2011. Pero el responsable del establecimiento hotelero ha ido saltándoselo para continuar con su actividad turística hasta ahora, momento en el que pretende dar una solución legal a la irregularidad urbanística del inmueble, que acabaría de forma definitiva con los mismos.