CAMBADOS-La Fiscalía no ve maniobras fraudulentas en la quiebra de la mítica conservera Guau

CAMBADOS-La Fiscalía no ve maniobras fraudulentas en la quiebra de la mítica conservera Guau
El interior de Conservas Guau en el año 2010

El procedimiento concursal de Conservas y Elaborados Guau ha sido archivado por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Bilbao, con la liquidación de la empresa y la declaración del mismo como fortuito, es decir, se considera que las decisiones y actos de sus propietarios no agravaron su situación de insolvencia.
Así lo refleja la administración concursal en su informe y la propia Fiscalía, quien rechazó las alegaciones presentadas por algunos pequeños inversores quienes consideraban que los gestores del grupo propietario, llamado Apikale, emplearon Guau y otras de sus sociedades, como Alimentos la Formidable y Alimentos Arosa –las tres con domicilio en la misma nave del polígono de Sete Pías–, para conformar un entramado empresarial y “no pagar sus facturas”. De hecho, se les acusaba de contraer una deuda de cinco millones de euros con Trimarine, que le suministraba pescado, a sabiendas de que no tenían capacidad patrimonial ni financiera para asumirla. Sin embargo, el Ministerio Público, no estima “acreditada maniobra fraudulenta alguna”.

efecto dominó
De sus conclusiones y las de la administración concursal se deduce que el grupo quebró como en una especie de efecto dominó. La insolvencia de la sociedad matriz, Apikale, desembocó en el impago de deudas contraídas con el resto de empresas que también acabaron quebrando, a pesar de sus esfuerzos. Y es que, según el escrito de la Fiscalía, “paralelamente a la adquisición del producto se trataba de obtener financiación suficiente”, con la renegociación con bancos, la obtención de ayudas oficiales, préstamos participativos de instituciones y avales para líneas de crédito del Igape. Sin embargo, no “dieron los frutos esperados”, entre otras cosas por una inversión de 2 millones realizada en Conservas Guau, así como problemas para encontrar materia prima entre los proveedores habituales, “al perder su confianza”, y todo ello, en un “contexto de crisis generalizada y de restricción de crédito”, siempre según el escrito de la fiscal.
En el documento también excusa que fueran Guau, Formidable y Arosa las que realizaran las operaciones de compra, porque “responde a la operativa del grupo”; así como que Apikale canalizara las ventas, porque “era la que dominaba los canales de distribución y la que contaba con la posibilidad de poder descontar el papel que recibía de sus clientes”.

otra denuncia
Por este asunto también se estaba procesando una denuncia en los juzgados cambadeses pero, a la espera de conocerse la resolución, el caso es que la firma Guau ya es historia. Su fin llegó este año y tras 34 de existencia, siendo todo un emblema del sector conservero gallego y español.
Su trayectoria ha sido tumultuosa, con cambios de ubicación y de dirección, en más de una ocasión, hasta que, tanto ella como su germen –Alimentos Arosa– y la Formidable pasaron a estar controladas, mayoritariamente, por el grupo vasco Apikale.
Su final se vio venir en el año 2011, cuando la gerencia cerró la empresa sin explicación alguna a la plantilla de más de 60 empleados.

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