La recta de Ribadumia fue ayer escenario de un brutal accidente que sesgó la vida del cambadés José Luis Conde Gómez, de 38 años de edad. Un policía nacional destinado en Madrid que había venido a pasar unos días con su mujer y sus dos hijas, de corta edad, en Castrelo (Cambados), de donde era natural. El joven sufrió una salida de vía con su moto –en circunstancias que están siendo investigadas por la Guardia Civil de Tráfico, pues se trata de un tramo con visibilidad– y chocó contra el muro de la casa que hace esquina en el cruce de Besomaño, falleciendo prácticamente en el acto.
Eran las tres de la tarde cuando el motorista circulaba con su moto Kawasaki en dirección a Leiro y poco después de superar el cruce que va a la zona deportiva realizó una frenada que quedó marcada en el asfalto. “Viña frenando desde o bar Cruceiro Vello e debeu de perder o control da moto”, relató un vecino.
El caso es que a partir de ese momento, y por causas que todavía se desconocen, no fue capaz de controlar la moto y acabó empotrándose contra el muro perimetral de una vivienda –de un metro de alto, aproximadamente– en el cruce de Besomaño, justo donde están las señales indicadoras. De hecho, la de Lois quedó doblada.
testimonios
Fuentes del dispositivo de emergencias indicaron que es probable que Conde Gómez circulara a alta velocidad y que falleciera prácticamente en el acto a consecuencia de las graves heridas sufridas tras el brutal impacto. Llevaba puesto el casco pero se cree que absorbió todo el golpe con su cuerpo pues la moto estaba prácticamente intacta y acabó a unos metros de donde yacía el joven, justo frente al estanco. “Escuchamos el ‘poom’ y salimos del bar –ubicado a solo unos metros– y ya lo vimos tirado en medio de la carretera. Un voluntario de Protección Civil llegó y lo estuvo llamando pero ya no contestaba”, añadió una joven.
En el lugar de los hechos se arremolinaron numerosos vecinos para enterarse de lo sucedido y una conductora que fue testigo directo del accidente pero abandonó el lugar, impactada por el suceso, para calmarse y poder dar después su versión a los agentes de Tráfico.
Algunos de los familiares del fallecido también se personaron poco después del terrible siniestro. Una de las primeras fue su esposa que entró en estado de shock y tuvieron que llevársela del lugar, según testigos presenciales.
El siniestro obligó a cortar la carretera de Ribadumia y a desviar el tráfico durante más de dos horas, hasta pasadas las cinco de la tarde, cuando los trabajadores de la funeraria retiraron el cadáver del policía nacional para trasladarlo al Instituto Anatómico Forense de Pontevedra donde está previsto realizarle la autopsia hoy.
En el dispositivo también participaron voluntarios de Protección Civil de Ribadumia y también de Cambados que acudió con su ambulancia y personal sanitario del Punto de Atención Continuada de la capital del albariño, que no pudieron hacer nada por salvarlo.