“Cuando vi que no se llevaron ni el ordenador ni la impresora me tranquilicé, aunque cogieron 200 euros en billetes y dejaron las monedas y me fastidia, es mi trabajo, pero afortunadamente eso lo cubre el seguro”. Así relataba ayer la propietaria de la mercería Labores Girasol, Eva Ríos, las primeras sensaciones tras ser víctima de los ladrones que en la madrugada de ayer atacaron al comercio local. En dos comercios consiguieron entrar, llevándose un botín total de poco más de 400 euros, y en otros tres perdieron la batalla contra las cerraduras de seguridad y desistieron.

En los cinco casos que trascendieron el “modus operandi” fue el mismo: fueron directos a por el dinero de las cajas registradoras. El autor o autores de los hechos –que están siendo investigados por la Guardia Civil– forzaron las puertas principales, aunque en Congelados Gran Sol, acabaron rompiendo una ventana. Además, la mayoría se produjeron en la misma zona pues de Rúa Nova, donde está ubicado, pasaron a Labores Girasol, en San Francisco, y a la Droguería Muchas, en Ourense, aunque no necesariamente en este orden. El cuarto ya fue más alejado, en las inmediaciones de los juzgados, y el quinto fue una frutería, de la que no trascendieron más datos.

En la tienda de congelados y en la mercería fueron los únicos sitios donde consiguieron entrar, llevándose unos 200 y 220 euros, respectivamente y aproximadamente. La propietaria de la última, Labores Girasol,  daba gracias, por decirlo de algún modo, porque los ladrones solo se habían llevado el dinero en metálico que tenía en la caja y, afortunadamente, tanto esta pérdida como los daños en la puerta y en la verja, se los cubre el seguro.

Sistemas de seguridad

Ríos se encontró con la cerradura forzada ayer por la mañana, cuando acudía a abrir el negocio, al igual que el resto. Una empleada de la tienda de ropa Calle Real, ubicada en Clemencio Fernández, lo vivió así: “Me di un buen susto al llegar, pero tuvimos suerte”. Y es que en su caso, los ladrones no consiguieron acceder, aunque perdió media mañana de trabajo porque la puerta se quedó atascada y tuvo que llamar a un cerrajero.

Algunos establecimientos tenían sistema de alarma, como en “Mucha” y “Gran Sol” –poco le valió–, y una de las afectadas mencionaba ayer que, casualmente, hace unos días un comercial les ofreció instalar un sistema de seguridad, aunque “comerciales de alarmas y seguros es lo que más entra en la tienda”, apuntaba otra comerciante. De hecho, la Guardia Civil mantiene abiertas todas las líneas de investigación.

Todos denunciaron los hechos  y agentes de la Policía Judicial se desplazaron a los negocios para recoger pruebas, como los bombines de las cerraduras que fueron forzadas.