Italia ha vuelto a paralizar una nueva partida de mejillón gallego con toxina diarreica. El aviso que aparece en el portal europeo de alertas sanitarias especifica que el molusco fue retirado antes de su llegada al consumidor al funcionar el protocolo de garantías sanitarias del país el pasado día 24. No es la primera vez que sucede, ya han sido varias las alertas por mejillón gallego con toxina en el país italiano durante esta última marea roja. En estos casos, el distribuidor es el que debe encargarse de destruir la partida bien en el país italiano o bien transportarlo de vuelta a España.
Y es que mientras la administración autonómica lidera con el apoyo del sector transformador, productor y depurador una modificación respecto al método y un cambio de niveles de toxina para el fresco y el transformado en la Unión Europea, la realidad del día a día demuestra que el sistema de control acarrea más que un quebradero de cabeza al sector del mejillón.
Cabe recordar que hace unos días el Intecmar acogía una reunión histórica en la que estuvieron representados todos los sectores del mejillón. El motivo lo requería y es que son muchos los problemas que el último episodio tóxico está ocasionando a productores, transformadores y cocederos.
Durante más de tres horas, el secretario xeral do Mar, Juan Maneiro, y la directora del Intecmar, Covadonga Salgado, analizaron con el sector la situación actual y las posibles medidas a adoptar ante el episodio de biotoxinas que desde octubre marca el transcurso de la actividad.
En una reunión, calificada de positiva tanto por la administración como por el sector, se decidió trabajar conjuntamente para lograr adaptar la normativa actual de toxinas de la UE en el plazo “máis breve posible”.
Durante las últimas semanas ha habido varias reuniones con los transformadores y con los productores y en la que también se abordó la problemática que en la actualidad mantiene en vilo al sector.
ayudas
Pese a que la marea roja está remitiendo, el sector productor continúa a la espera de la aprobación del decreto que permita activar la línea de ayudas procedentes de los fondos europeos en caso de pérdidas por marea roja. Y es que desde que en octubre se presentase el último episodio tóxico del año que se sumó a otros dos anteriores, muchos bateeiros ya reúnen los requisitos exigidos para acceder a las ayudas de Bruselas: Llevar más de cuatro meses de cierre o cifrar en un 35% la pérdida de la facturación del año.
Cabe recordar que existen bateeiros que llevan más de doscientos días sin emitir una factura ya que sus bateas se encuentran en polígonos donde la toxina se prolonga en el tiempo. Otra parte del sector que también ha sufrido importantes pérdidas durante este último episodio tóxico ha sido los cocederos cuya actividad se ha visto muy perjudicada por el baremo marcado por el método químico el molusco transformado.
Y es que está demostrado que el mejillón una vez que se transforma incrementa los niveles de toxina a los detectado en fresco e impide que este, en muchos casos, pueda comercializarse. No es de extrañar que los transformadores liderados por Anfaco pidan una equivalencia real que les permita trabajar con garantías sanitarias. “Es mucho lo que nos estamos jugando porque se trata de un sector estratégico para Galicia”, advirtió hace unos días el secretario general de Anfaco, Juan Vieites.
Mar abordará ahora las fórmulas adecuadas a través del centro de referencia de toxinas y del Intecmar para realizar una propuesta de cambio a la Unión Europea.