El pájaro más famoso de la comarca cuenta ya con un flamante plumaje y un nuevo pico que le permitirá continuar apuntando hacia la playa de A Lanzada con el orgullo de ser el símbolo de todo un pueblo.
Después de varios años mutilado por un acto vandálico sin sentido y todavía con menos escrúpulos, el cormorán de A Lanzada presenta desde hace unos días una nueva imagen. Los turistas se llevarán ahora una instantánea de recuerdo con un ave orgullosa de sí misma y que confía en mantener su integridad por mucho tiempo.
Fue la Comunidad de Montes de Noalla la que ha dado el paso. Tanto tiempo viendo un cormorán viejo que ya comenzaba a ser tildado de “pajarraco” por algunos ha sido la espoleta para que los comuneros se decidiesen y se pusiesen manos a la obra.
Pero dotar de nuevo plumaje y un pico adecuado al cormorán no ha sido tarea fácil, ni barata. El presidente de los comuneros de Noalla, Roberto Garrido, explicaba ayer que devolver el cormorán a su estado original les ha supuesto una inversión que ronda los 800 euros.
“O cormorán está feito de ferro fundido e houbo que buscar un bo ferreiro para que fixera o pico seguindo as proporcións precisas e coa curvatura que teñen”.
Lo cierto es que no han tenido que ir demasiado lejos, ya que el herrero que lo restauró fue Manuel Patiño, “un ferreiro de Noalla”. También recurrieron a la parroquia para el nuevo pintado. Tampoco fue sencillo, puesto que hubo que buscar cormoranes por la zona, fotografiarlos y encontrar después las diferentes tonalidades de color para que la pluma pareciese lo más real posible. Esta labor fue encomendada a Rótulos Ignacio, según subrayó ayer el presidente de los comuneros de Noalla.
Desde que el cormorán fue colocado en lo alto de esta roca oteando el horizonte “xa é todo un símbolo non só para Noalla, senón para Sanxenxo”, destaca Roberto Garrido, quien recuerda que “o escultor que o fixo entre os anos 1955 e 1960 foi Alfonso Vilar, coñecido como Alfonso Pinche, que despois tamén faría a madama”.
Ahora, vecinos y comuneros confían en que se respete el cormorán y no vuelva a sufrir atentados como los sufridos hace unos años que acabaron con su pico hecho añicos y que ha motivado una inversión cercana a los mil euros para recuperarlo. “Espero que non pase nada e que se respeten as cousas, porque non é unha broma”, dice Garrrido.
Para mayor gloria del cormorán de A Lanzada, los comuneros de Noalla tienen previsto iluminar su imagen con un foco durante las noches y reforzar así su condición de símbolo.