La pandemia provoca un nuevo retraso en la revisión del callejero

La pandemia provoca un nuevo retraso en la revisión del callejero
El Pleno de Vilagarcía aprobó la supresión de la simbología franquista en varias ocasiones | mónica ferreirós

La pandemia de coronavirus provocó una paralización importante de toda la actividad, también de la de las administraciones. Este es el motivo, señalan fuentes municipales, del nuevo retraso en la revisión del callejero del municipio para eliminar los nombres franquistas.

“Desde el mes de marzo hubo otras muchas prioridades y temas sobrevenidos que hubo que abordar y que siguen surgiendo. Se retomará cuando la situación se normalice”, señalan fuentes municipales.

La eliminación de las calles y de los símbolos con reminiscencias franquistas lleva más de una década encallada en Vilagarcía,. Fue en 2008, estando el PSOE y el BNG en el Concello, cuando se aprobó por primera vez, pero durante aquel mandato no se dio ningún paso en firme para cumplir con la orden del Pleno.

Tampoco se hizo durante la etapa siguiente, con el conservador Tomás Fole en la alcaldía y PP e IVIL en el gobierno, aunque la moción regresó al debate de la Corporación en diversas ocasiones y con varios promotores.

Ya con el equipo de Alberto Varela al frente de Ravella, también hubo varios anuncios al respecto y mociones aprobadas que no se ejecutaron. Incluso se llegó a encargar un estudio por 3.184 euros. El documento “Revisión do Rueiro e Simboloxía da ditadura franquista no espazo público da área do Concello” se entregó hace más de un año y en noviembre de 2019 la Xunta de Goberno Local aprobó la convalidación de la adjudicación del contrato menor.

El Concello apela ahora a la llegada de la nueva normalidad para poner en marcha una tarea que también busca dotar de un mayor protagonismo a las mujeres en el callejero vilagarciano.

Tampoco se dio ningún paso, por el momento, para la eliminación de la cruz que hay en la fachada de la iglesia parroquial en honor a José Antonio Primo de Rivera y los “caídos” del bando franquista. El Arzobispado dio permiso para su retirada hace quince años, advirtiendo que deberían hacerlo “las autoridades civiles”, es decir, el Concello.

Iniciativa ciudadana

Más rápida, en este sentido, es la iniciativa ciudadana. Una reforma de la fachada de un céntrico edificio situado en Castelao sirvió  para la retirada de una de las placas con el yugo y las flechas falangistas que quedaban a la vista. Otras, siguen en pie.

La pandemia provoca un nuevo retraso en la revisión del callejero

Te puede interesar