Con sorpresa así vivió ayer un marinero de O Grove el hallazgo de un caballito de mar en una nasa que horas antes había dejado fondeada en una batea de la Ría de Arousa. Quizás las corrientes marinas o bien la búsqueda de alimento, condujo a este pez al lugar del que luego no pudo salir.
Sus escasas apariciones por la Ría hizo que su libertador no perdiese la ocasión de fotografiarlo para luego devolverlo al mar al que pertenece. Y es que a pesar de que probablemte llevaría varias horas encerrado, el caballito de mar no presentaba ningún tipo de lesión.
Su presencia podría estar relacionada con el Proyecto Hippocampus llevado a cabo por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que supuso la reintroducción de diez caballitos de mar en la Ría de Arousa en 2009. Un estudio pionero en el mundo que ha servido para desmentir mitos asociados a estos animales como la fidelidad eterna.
Los diez ejemplares liberados pertenecían a la especie Hippocampus guttulatus o caballito de mar narizón, la más abundante en aguas españolas. Además, fueron genéticamente seleccionados a fin de no alterar la diversidad de la población de la zona e iban equipados de unos marcadores subcutáneos para permitir su seguimiento, que se prolongará, al menos, un año.Esta iniciativa es la culminación del proyecto Hippocampus y que constituye la primera investigación realizada en Europa para el estudio del caballito de mar narizón.
Los resultados saltan a la vista. Cada vez es más ahabitual la presencia de estos animales en la Ría.