El próximo domingo, día 22, los católicos y cuantos tienen un resquicio para el recuerdo de sus jóvenes años, celebramos la festividad del Corpus Christi, de gran tradición en España toda y, desde luego, en nuestro Cambados, porque se festeja la realidad de la presencia de Jesucristo bajo las especies del pan y del vino en el sacramento de la Eucaristía. Aunque se nos quiera tildar de antiguos o trasnochados, lo cierto es que Jesús sigue presente como lo había prometido en el Evangelio, ese libro que nunca estará “pasado de moda” porque siempre está de actualidad. A Jesús Sacramentado han dedicado sus mejores obras y poemas los más destacados literatos: Lope de Vega, Calderón de la Barca o el propio Cervantes, en el Siglo de Oro, y en la modernidad reciente el irrepetible José María Pemán, autor de la letra del himno eucarístico que encabeza este texto, sin olvidar a mi admirado José Luis Martín Descalzo que poseía un corazón desbordante de amor al Santísimo Sacramento. Los que peinamos canas, o no peinamos nada, recordamos aquellas celebraciones sacramentales en nuestro Cambados, con la festividad del propio día del Corpus y las posteriores fiestas del Sacramento de Cambados y de Fefiñanes, cuando la Custodia recorría nuestras calles y plazas y sus altares diseñados para la ocasión, en los que se hacían paradas para honrar a Dios con bellos cantos y motetes interpretados por la orquesta de capilla del maestro Ramón Ulloa, con las voces singulares de Jesús Estonllo, mi padre Sergio, Carlos Fóle o el superviviente de todos ellos Carmelo González, acompañados al armonio por el propio Ulloa,  instrumento que transportaba a la cabeza su inolvidable esposa Luisa Aragunde, y Joaquín Martínez “Chaparro” , al contrabajo que portaba también su esposa Rosa Espremans a la cabeza, y Benito Silva con su violín,  y otros artistas que la memoria impide plasmar aquí. Años después, tras la reunificación propiciada por el cura ecónomo D. José Ferreiro, la festividad fue adquiriendo un carácter más amplio con la participación conjunta de familias de los tres barrios originarios de nuestra Villa, Cambados. Fefiñáns y San Tomé y, todo hay que decirlo, ganó en los aspectos más externos como la creación de hermosas alfombras florales y más boato o “glamour”, a mayor gloria de los y las cofrades. Pero Jesús no nos dijo que le aplaudamos, sino que le veamos en el necesitado, o sea, que no miremos a otro lado. El domingo celebramos también el “Día Nacional de la Caridad”, es decir, lo mismo que Jesús nos dijo: ”Amaos los unos a los otros…”. Tengamos presente un día más el lema de nuestra Cáritas más cercana: ¡¡ Canto máis das, máis tes !!.