Justos y Pecadores

Parece ser, que también en esta pandemia, han de pagar los justos por los pecadores, es decir por aquellos que se saltan todas las normas sin importarles nada de lo que ocurra y luego acontece que se priva de movilidad a la gente y los culpables de ello siguen en su mundo feliz de hacer lo que les de la gana, debido a la falta de sensibilidad hacia el prójimo y el cumplidor de las normas, es siempre el que sufre las consecuencias de toda la falta de rigor en mantener las normas cívicas, para un mejor control de la pandemia.


Descerebrados siempre los ha habido y los habrá, de modo que deben ser los responsables de los daños sanitarios que cause su omisión a la ciudadanía en la falta de la responsabilidad que les toca cumplir y que no lo hacen, debido a que se niegan acatar norma alguna sobre lo dispuesto acerca de las medidas en la lucha contra esta pandemia que nos azota.


Todo está en función de cómo hagamos las cosas y de cómo queremos que esto salga de bien o mal, de momento la cosa no pinta nada bien, debido a la falta de rigor personal en el cumplimiento de una importante capa de la población en las medidas dictadas por el gabinete sanitario, no entro en si están bien o mal, se supone que como expertos, sepan poner orden en semejante caos, el resto de los ciudadanos debemos acatar las normas y cumplirlas a pié juntillas, nos va mucho en ello, estamos jugando con la salud de nuestros mayores, de nuestros padres, hijos y nietos y todos nos merecemos un mundo mejor.


La pandemia vino como consecuencia de un mal día en que se hizo un experimento que resultó fallido, el gigante chino, ha jugado con la salud del orbe y tendrá muchas explicaciones que dar a toda la humanidad, si algún día lo hace y no será por supuesto por ahora.


Para luchar contra esta pandemia indeseable, se está vacunando a la gente y lleva un tiempo hacerlo, la verdad que el efecto no será inminente, pero también se va con mucha lentitud en la vacunación, por lo que en el camino quedará gente que no llegue a vacunarse, las muertes son importantes no solo en España, si no, en toda el globo terráqueo, a estas alturas van más de dos millones de víctimas, lo cual quiere decir que el experimento ha salido muy caro al ser humano.


Mientras no se logre vacunar a la población y el virus siga mutando el peligro acecha a todo el mundo, tanto jóvenes como mayores, ningún virus tiene conciencia ni discrimina por edades, ataca a todos por igual sin diferencias de sexo, religión ó política. En esto se debe tener la responsabilidad plena y seguir las normas todo el mundo, sino de esta no se sale y los hospitales se verán colapsados y los equipos médicos desbordados.


De modo que va siendo hora de que paguen los culpables por no seguir las normas exigibles de urbanidad social y sanitarias, ya está bien de castigar al justo por cumplirlas y que aquel que las incumple permanentemente salga al final con un beneficio mayor que el que ha cumplido todas y cada una de las normas dictadas. Tiene que haber sanciones ejemplares y la ley debe ser igual en todos sus aspectos y evitar la trasgresión. 

Justos y Pecadores

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