Cómo Hacienda vigila el dinero en efectivo

Cómo Hacienda vigila el dinero en efectivo
Es conveniente que la persona que desea ahorrar su dinero en casa, conserve los justificantes bancarios de las retiradas en efectivo | Cedida por Inter Asesoría

Cada vez es más usual que los particulares en las relaciones comerciales realicen pagos con tarjeta bancaria o con móvil, digamos que la pandemia y las distintas recomendaciones han acelerado la utilización de medios de pago electrónicos, hasta el punto en que los propios establecimientos lo prefieren incluso en transacciones pequeñas.


En contraposición a esta situación, está el creciente incremento de las comisiones cobradas por los bancos, es por ello que a pesar de la desescalada que supuso el uso del efectivo, aún siguen siendo muchas las personas que prefieren el uso del dinero en metálico, decantándose incluso por retirarlo de las entidades bancarias y atesorarlo en su casa. Esta situación es totalmente legal, si ese dinero tiene un origen legítimo y es declarado en la correspondiente liquidación de renta (rentas de trabajo, rendimientos de capital mobiliario, rendimiento de alguna actividad económica...)


El problema no surge cuando inicialmente se retiran cantidades del banco para la casa, si no cuando ese dinero sale de circulación durante años y después de ese tiempo se vuelve a ingresar en una cuenta bancaria o a utilizar en la adquisición de un bien, en la realización de una obra…a pesar de que se trata de dinero ahorrado y por el que se ha tributado anteriormente, la Administración no tiene porque conocer de que se trata del mismo dinero que se retiró hace años y puede presumirle una ganancia patrimonial no justificada y liquidarle con las consecuentes multas y recargos.


Es conveniente que la persona que desea ahorrar su dinero en casa, ya sea bajo el colchón o en cualquier otro lugar discreto, conserve los justificantes bancarios de las retiradas en efectivo, así como movimientos bancarios o cualquier otro soporte documental que le sirvan como modo de prueba ante cualquier requerimiento recibido por el fisco a la hora de justificar el origen de ese dinero. Sobre todo conociendo que la Agencia Tributaria ha dispuesto en el Plan General de Control Tributario y Aduanero de 2021, estrechar el cerco y ejercer mayor control sobre el dinero en efectivo vinculado a la economía sumergida.


La Administración Tributaria tiene constancia de todo ingreso y/o retirada de billetes de 500 euros, además las entidades bancarias tienen la obligación de informar al fisco sobre cualquier ingreso superior a 3.000 euros, además del anteproyecto de ley, que está encima de la mesa con la limitación de pago en efectivo a 2.500 euros y 1.000 euros para profesionales que va a ayudar a que Hacienda haga una mayor trazabilidad sobre las operaciones. Además de existir mayor control de vigilancia en autónomos que ejercen ciertas actividades ligadas a un mayor uso de efectivo, como pueden ser comercio, construcción, hostelería, restauración, reformas, reparaciones…


Aunque también es cierto que aún siguen existiendo vías de escape a este control, como pueden ser las conocidas tarjetas regalo, convirtiéndose en un medio de pago de plástico en el que el adquirente y vendedor puedan estar identificados, sin embargo pueden pasar por diferentes e infinitas manos, incluso materializándose en importantes cuantías, sin ningún tipo de límite. Siendo operaciones que se escapan a la vigilancia tributaria por no ser fácil realizar una trazabilidad de las operaciones encadenadas que pueden sucederse con este tipo de “regalos”.


Para los ahorradores que decidan custodiar el dinero en efectivo en su domicilio, es importante que conozcan una serie de riesgos a los que están expuestos y en los que Hacienda no tiene nada que ver, pero igual de importante a tener en cuenta, como puede ser una inundación o incendio, un robo, por lo que es recomendable que se aseguren que la cobertura para el efectivo de su póliza de hogar sea consecuente con la cantidad que custodian, para garantizarse no perder el capital ahorrado.


Por supuesto, sin dejar pasar desapercibido el gran enemigo del ahorrador, la arrolladora inflación de la que no le podrá ayudar ninguna entidad financiera o colchón, ya que le hará perder valor adquisitivo a medida que sube y que en este 2021 se viene incrementando en los últimos meses a niveles sorprendentes y desconocidos. Así pues, opte por un valor refugio seguro o bien invierta en un bien, negocio o depósito que le haga rentabilizar su dinero.


*Noelia Puceiro es la directora de INTER Asesoría

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