La Corporación despide a Víctor Caamaño en su último pleno: “Nunca pensei ter tanto aprecio e cariño”

La Corporación despide a Víctor Caamaño en su último pleno: “Nunca pensei ter tanto aprecio e cariño”
El concejal nacionalista Víctor Caamaño antes de abandonar el salón de plenos como edil por última vez | mónica ferreirós

Víctor Caamaño ya es oficialmente solo el ciudadano Víctor Caamaño, que no es poco, pero tras 15 años representando a una parte de la sociedad cambadesa su ausencia en la escena política será algo extraño. La propia alcaldesa, Fátima Abal, lo verbalizaba en el pleno de ayer donde se formalizó su renuncia: “Vai ser súper raro que non estea”, dijo mientras que el portavoz nacionalista abandonaba el salón de plenos por última vez como concejal. No era necesario que acudiera. El miércoles presentó su renuncia al acta, pero se lo pidió el resto de grupos para despedirlo debidamente y con un detalle de parte de todos porque, como también dijo la socialista, “non é un edil calquera”.


Todos los partidos dedicaron grandes alabanzas a Caamaño, desde el bipartito hasta la oposición, y eso que en el último par de años las tensiones políticas entre la izquierda cambadesas han sido palpables, pero ello no impidió el reconocimiento de sus compañeros a una trayectoria destacada. Hasta el concejal de Cambados Pode, José Ramón Abal Varela, con el que protagonizó una de las broncas más destacadas de los últimos años se deshizo en halagos: “Excepcional, impecable, fantástico. Un referente da política municipal dos últimos 20 anos”, manifestó en una muestra de total ausencia de rencores.


Esta vez no le dieron las 11

El propio Caamaño reconoció: “Nunca imaxinei que ía ter unha despedida con tanto aprecio e cariño”. Lo dijo antes de salir por la puerta pidiendo disculpas: “Voume permitir unha frivolidade, marcho a tomar unhas cañas”, y no sin antes darle la mano a todos y cada uno de los concejales. Y es que esta vez, al concejal no le dieron las tantas en el salón de plenos. Porque la política local no es un camino de rosas: “Todos sabemos da dureza de ser representante nunha democracia nun concello”, dijo, dando “ánimos” también a quienes siguen porque “é un traballo que non está o suficientemente valorado e, ás veces, está inxustamente denostado”, añadió para destacar el “esforzo” que supone y que gran parte de las veces se saca de lo personal.


El ya exportavoz del Bloque relató que estos 15 años “foron duros” por diversas circunstancias, pero también en lo personal –perdió a sus padres–, pero también “hai cousas moi positivas”, agregó. Así relató el “orgullo” de haber formado parte de un gobierno, el nacimiento de un nieto, y ahora viene otro en camino, sacar “proxectos adiante”, pero “quizáis o mellor foi coñecer a cantidade de veciños e coñecer moi ben o meu Concello”. En resumidas cuentas, “todo na vida ten cousas positivas e negativas e do mesmo xeito, ten un principio e un final”.


Antes de recibir un larguísimo aplauso, Caamaño también pidió disculpas si alguna vez, en el calor del debate, “trascendín do político ao persoal”. Pero si algo desatacaron también los demás fue su “moderación”, “a facilidade para traballar contigo”, “unha persoa que sempre despertou consenso”, “sensato”, “dialogante”, “talante”, “apreciado”, etc. “Así marchas, sen inimigos, si con adversarios políticos”, reseñó el portavoz del PP, Luis Aragunde, que junto a Abal Varela, también destacó las sensaciones que despierta en la ciudadanía. “Conseguiches entre gran parte da veciñanza unha valoración política moi boa, algo nada fácil nestes tempos convulsos”, dijo el líder de Pode.


Otro exsocio con el que también ha tenido algún duro enfrentamiento tras aquel cuatripartito y ahora primer teniente de alcaldesa, Tino Cordal (Somos), destacó, de hecho, el “honor” de haber compartido gobierno y reconoció que quizás en otro “ambiente máis favorable” habría tenido una más estrecha relación personal porque “suscribo totalmente o que dixeron os demais, as túas cualidades quedaron demostradas. Sempre te estarei agradecido”, añadió.


El concejal del gobierno Samuel Lago subrayó que “reúnes todas as condicións de “coherencia e servicio público” que se le deben pedir a un representante del pueblo y aunque “o mellor que se lle pode dicir a un político é eu voteiche, e eu non podo dicilo, si podo dicir que te votaría porque ademáis unha das mellores virtudes que pode ter un ser humano é ser boa persoa, e ti o es”. El socialista no quiso ser hipócrita y “como non estas morto”, bromeó, también le quiso decir que “aínda que non todas as túas posicións nos pareceron correctas e non facilitastes moito as labores deste goberno –el bipartito está en minoría–, iso non vai empañar a túa longa traxectoria. Na maioría dos asuntos temos concordado e por iso dámosche as gracias pola túa aportación política”.


Y así, la Corporación dio la bienvenida a Mariel Oubiña, número 2 del BNG, que ayer ya ocupó la silla de Caamaño.

La Corporación despide a Víctor Caamaño en su último pleno: “Nunca pensei ter tanto aprecio e cariño”

Te puede interesar