En la Festa do Albariño caben todos. Tiene un espíritu especial que permite la convivencia de todo tipo de sensibilidades y estilos en unos cuantos metros cuadrados. Por tanto, no se extrañen si ven personas trajeadas, otras vestidas de gala, en pantalón corto tocados con sombrero de paja o de cualquier guisa porque lo relevante allí es pasárselo bien y si se bebe, que sea con moderación.