Con la nueva temporada de fútbol suelen llegar novedades y hay una que nos ha dejado descolocados: los árbitros han perdido sus apellidos maternos. Dicen que es por humanizar más a los trencillas y su labor durante los encuentros, pero se pierde algo por el camino. Porque, por chistoso que sea, no es lo mismo que un partido lo arbitre Gil Manzano a que lo haga Jesús Gil.