Las redes sociales esconden muchas miserias del ser humano, pero también contribuyen a la buenas causas. Un “Me Too” en Facebook ha servido para que catorce víctimas de un mismo maltratador en Ferrol y Arousa se unan para compartir experiencias, diseñar estrategias de defensa y contribuir en la alerta de un delito que hay que parar desde el primer instante.