Son unas hermanas casi de diez y, aunque vienen de una familia de maestros (lo es su madre, como también lo fueron sus abuelos y algún que otro tío), aseguran que nunca se sintieron presionadas. “Nuestra madre nos ayudaba desde pequeñas, sobre todo con su asignatura, pero siempre nos dejó libres para que nos sintamos protagonistas de nuestros éxitos”, explica la mayor.
 

Ella, Clara Senín Sánchez, fue Premio Extraordinario de Bachiller en 2022 y se decantó por las matemáticas, carrera en la que le está yendo “muy bien”, asegura. Su hermana, Raquel, sigue la saga. Con una nota de 13,68 en la PAU (de un total de 14) y una media de 9,45, acaba de ser una de las alumnas homenajeadas del IES Castro Alobre en un acto que tuvo lugar en Vigo,  al que acudieron institutos de toda Galicia y con representación de varios centros arousanos.
 

Ahora, el futuro se abre para Raquel Senín, que también es música y poeta y que, al contrario que su hermana, que fue por ciencias puras, se decantó por las sociales. Aunque con una meta en la que los números también tienen mucho que ver. 
 

Y es que el próximo año estudiará el doble grado de Administración de Empresas y Derecho. Lo hace muy interesada por el mundo empresarial, que considera clave “para entender cómo funciona el mundo en el que vivimos, para ver cómo funcionan las relaciones”, explica.

Un verano para disfrutar

Para alcanzar estas notas, asegura que es un trabajo de fondo, en el que todos los años tuvo que estudiar, pero también dejando tiempo para el ocio. “Hay un día a la semana que lo dedico a la Escuela de Música”, apunta.
 

Esa es otra de sus grandes pasiones. Y es que toca el piano, pero reconoce que “no tengo tanto talento para el clásico” y lo que más le gusta es “improvisar”. El pop de Taylor Swift, pero también otros artistas “más antiguos” como Billy Joel.
 

Además de en su propia familia, Raquel Senín asegura que sus profesores tienen mucho que ver en que haya tenido tan buenas notas. “Todos los que tuve han dejado huella. Estuve en A Lomba, en el San Francisco y después en el Castro Alobre”, explica.
 

Ahora, afronta la época universitaria con “muchas ganas, ilusión y un poco de intriga por ver qué pasará, ya que el doble grado tiene una carga de estudio un poco pesada, pero como es algo que me gusta lo voy a llevar con ilusión”, asegura. Su hermana no le da consejos, segura de que “lo va a hacer muy bien”. Pero antes de eso llega el verano y los planes típicos de cualquier joven: “Voy a ir de camping, con mis amigos y quiero sacar algo de tiempo para tocar y estar con la familia. Sobre todo, disfrutar”, señala Raquel Senín.