En A Coruña, los buffets libres triunfan. Lo mismo de comida italiana que de carne a la parrilla. O de especialidades asiáticas. Pero, a veces, erramos el cálculo (la gula es mala consejera) y los platos se quedan sin terminar. Así que algunos restaurantes optan por la penalización económica. Nunca es tarde para concienciar en responsabilidad.