Sonriente y tranquilo, el alcalde de Vilanova volvió ayer al juzgado, esta vez para prestar declaración por una querella presentada por la líder socialista, a quien el popular atribuye una causa abierta. El regidor fue a la cita, pero evitó declarar, demandando que se aporte de otro juzgado más información sobre esa posible causa, de la que, parece ser, habría atestado de la Guardia Civil. La partida sigue.