La tradición de las modistas es fundamental en la moda, incluso en la alta costura. Uno de los diseñadores más prestigiosos en vestidos de novia y de fiesta como el arousano Franco Quintáns reivindica este oficio. De hecho, el se considera modista, con a, y no modisto, porque el primero implica saber cortar y coser una tela y el segundo dirigir un equipo de costura. Vivan las modistas.