Empezar la pretemporada con 31 jugadores puede ser a la vez una bendición y un quebradero de cabeza. Frente a la variedad de opciones para configurar la plantilla está la necesidad de seleccionar solo a algunos. Y no es plato de buen gusto mandar a alguien a buscarse la vida fuera del equipo. Por más que cada español lleve un entrenador dentro, seguro que no son muchos los que quieren cambiarse por Antonio Hidalgo.