Los patinetes eléctricos forman parte ya del parque móvil en las principales ciudades. Cada vez son más las personas que se decantan por un vehículo de estas características para desplazarse, algunos a velocidades inapropiadas por algunas aceras. Para su uso universal se ha establecido un límite de 25 kilómetros por hora, pero no exceder esa velocidad no quiere decir que un agente de policía pueda parar e inmovilizar ese vehículo. Eso es lo que ha ocurrido en Vilagarcía, cuando la Policía Local exigió el permiso de circulación a un conductor de patinete porque, aunque limitado a 25 por hora, tenía capacidad para ir a 45. Como no lo tenía, los municipales lo inmovilizaron, el dueño recurrió a la vía judicial para no pagar la multa y el juzgado le dio la razón a la Policía. Así que, ojo.