Aquello de poner en el currículum ‘nivel alto de inglés’ cuando uno solo sabe decir ‘jelou’ es una minucia al lado del despliegue inventivo de nuestros políticos. Y como ya no estamos dispuestos a pasarles ni una, las direcciones de los partidos les piden que revisen y retoquen sus historiales. Aunque si sigue la cascada de dimisiones tampoco nos va a parecer mal.