Hospitalizan a dos trabajadoras de una conservera y otras 26 compañeras guardan cuarentena

Hospitalizan a dos trabajadoras de una conservera y otras 26 compañeras guardan cuarentena
Jealsa instaló dos carpas en la fábrica para funcionar de vestuarios y comedor | Chechu

Uno de los grandes temores entre la población barbanzana respecto al coronavirus era que dieran positivo trabajadores de las conserveras, y ya se han dado los primeros casos. El viernes se tuvo conocimiento de que se contagiaron, siendo llevadas una de ellas a la unidad de cuidados críticos de un centro hospitalario santiagués, y la otra a una planta de hospitalización, y las últimas noticias sobre ambas apuntan a que siguen ingresadas. Como medida de prevención, la compañía decidió que 26 compañeras con las que tuvieron contacto -proximidad recurrente- se fueran a sus casas y permanezcan en cuarentena, y a todas se les está haciendo un seguimiento de su evolución. 

Pese a ello, la firma hace un llamamiento a la tranquilidad, pues señala que se extreman las medidas de seguridad y se siguen adoptando otras en función del devenir de los acontecimientos. Enrique Reino, presidente del comité de prevención y secretario de comité de empresa de Jealsa, indicó que a principios de marzo las medidas de prevención que se tomaron fueron las normales, sin ninguna implementación “pues nos pilló a todos por sorpresa”, pero que desde la declaración del estado de alarma se ampliaron. Cuentan con mascarillas de tela quirúrgica reutilizables y guantes para todos los trabajadores -se mandó parte de ese material para personal sanitario-, se toma la temperatura a cada uno y se controla la higiene, limpieza y desinfección hasta el mínimo detalle, con más medios humanos y materiales. Precisó que se cerraron las fuentes y los empleados empezaron a llevar su agua de casa, y dejaron de funcionar las máquinas expendedoras. 

El personal de Primeros Auxilios de la fábrica pasó a ser embajador de buenas conductas, que supervisa el respeto por las medidas preventivas por parte de los trabajadores. Se están intentando comprar termómetros, pero el primer envío les llegará en un mes, “por lo que se está trabajando con lo que hay”, y añadió que las cámaras termográficas no ofrecen fiabilidad. Reino Sánchez indicó que en un primer momento se entendió que debería suprimirse personal, procediéndose a mandar a casa a 122 personas contratadas a través de ETT, y la semana pasada, al detectarse un aumento en el ámbito estatal, se hizo lo propio con otras 239. Desde el pasado lunes se redujeron los turnos de trabajo de 8 a 7 horas, con entradas a horas distintas para evitar aglomeraciones. 

El presidente del comité de prevención, que agradeció la transparencia de la empresa, dijo que está a expensas de las decisiones de la Xunta y el Estado, y que no puede parar la actividad por decisión propia, ya que elabora un producto de primera necesidad. Además, trabaja sábados, domingos y festivos para atender la demanda -antes acudían 10 camiones al día a por mercancía y ahora rondan el medio centenar- y tener stock en caso de ordenarse su cierre. Reino dejó caer en la reunión de ayer que se valore la opción de mandar a casa a la mayoría de empleados para reducir la movilidad, quedando los mínimos posibles para mantener una producción.

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