Un hombre de mediana edad, cuya identidad responde a las iniciales J.A.L.M. —que desde hace un tiempo reside en Boiro, a donde llegó procedente de otra localidad— fue llevado en torno a las seis de la tarde a la cárcel de Teixeiro por un furgón de traslados de la Guardia Civil. Ello fue resultado de la resolución adoptada por la jueza sustituta del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Ribeira, que decretó su ingreso en prisión preventiva comunicada y sin fianza, tras tomarle declaración por la supuesta comisión de un delito de violencia de género en el ámbito doméstico o maltrato familiar.
Aunque ha trascendido escasa información sobre los hechos que se le atribuyen, algunas fuentes apuntaron que la Guardia Civil lo detuvo después de que se presentase en el cuartel principal de Boiro una denuncia por el referido motivo, y que estaría relacionada con el comportamiento violento que presuntamente mantuvo con su esposa, que pudo sufrir algunas lesiones fruto de la situación que fue denunciada. Algunos familiares del arrestado lo estuvieron arropando durante su estancia en los juzgados, así como en el tiempo que permaneció en depósito en los calabozos de la Policía Local ribeirense, hasta que un equipo de traslados penitenciarios acudió a recogerlo.
El detenido llegó a la sede judicial de la capital barbanzana en torno a las diez y media de la mañana y lo hizo escoltado por una patrulla de la Benemérita. Debido a que al mediodía todavía permanecía el investigado en las dependencias de los juzgados ribeirenses, tuvieron que acudir dos compañeros para relevar en la custodia a la que lo había llevado hasta allí. De hecho, la nueva patrulla todavía permaneció allí hasta las cuatro de la tarde, en la que condujo al arrestado hasta los calabozos municipales. Ello supuso la permanencia durante alrededor de cinco horas y media tanto del detenido como de los agentes que lo custodiaron, sin que estos últimos pudieran hacer otra cosa que estar allí. Fuentes del instituto armado indicaron que las autoridades judiciales deben tener en cuenta a la hora de citar a los detenidos, entre otras cosas, que las necesidades de efectivos de dicho cuerpo para la prestación de servicios son muchas, sobre todo derivadas de la pandemia por la Covid-19.