Para pasar del bañador al abrigo

“Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”. Este conocido refrán es una de las frases más repetidas por los barbanzanos desde que comenzó el llamado mes de las flores para referirse al tiempo tan loco que estamos padeciendo. Con echar un simple vistazo al cielo y ver como las nubes cubren una atmósfera en la que lucía un sol resplandeciente hasta hacía escasas horas o incluso minutos, o con sacar una mano por las ventanas de casa y percibir el frío ambiente cuando poco antes el calor era sofocante, podría llegar para corroborar esa afirmación.  
Pero, además hay una serie de datos que evidencian que la situación puede considerarse peor de lo que nos podamos imaginar a simple vista. Según la relación de parámetros recogidos por Meteogalicia en la estación de Corrubedo hay dos jornadas que sobresalieron por sus altas temperaturas para la época del año que atravesamos. Una de ellas fue el 4 de mayo cuando, tras un comienzo de mes caluroso se alcanzaron los 26,8 grados centígrados y los riveirenses se animaron a bajar a la playa a tumbarse en la toalla o dar un paseo. Lo de meterse en el agua era otro cantar, pues su temperatura no subía de los 15 grados. Esas cifras sufrieron un descalabro a la jornada siguiente, con una bajada de golpe de la temperatura máxima de casi 10 grados, hasta quedarse en los 17,2 grados. La evolución contraria se registró una semana y media después cuando el día 14 se alcanzó una temperatura máxima de 16,6 grados, elevándose 5,4 grados. 
Aunque hubo quienes acudieron a los arenales, aprovechando que era domingo, la cifra fue inferior a la anteriormente mencionada, pero las terrazas de algunos locales hosteleros estuvieron repletas de clientes. Incluso fue superior la cifra de bañistas el pasado miércoles, pese a que la temperatura fue ligeramente inferior, pero la sensación térmica era de más calor. 
Y en cuanto a las precipitaciones, después de un mes con fenómenos esporádicos, la lluvia acompañó ayer por la tarde, alcanzándose los 16,5 litros por metros cuadrado en un tramo de cuatro horas y media.