El Ayuntamiento ribeirense saldó ayer una deuda pendiente desde que a mediados del mes pasado se inauguró en el consistorio la exposición fotográfica “Misión: Afganistán” con el joven soldado y vecino José Ángel Martínez Parada, falleció el 16 de agosto de 2005 en un accidente de helicóptero junto a otros 16 soldados españoles, y también con su familia. El alcalde, Manuel Ruiz, reconoció el error cometido en su día al no invitar a participar a sus padres, pero que lo trataron de subsanar con la presencia de ambos, Carmen y Ramón, en la clausura de dicha muestra. Fue un acto muy emotivo, en el que no faltaron las lágrimas, especialmente cuando el mandatario pronunció el nombre del muchacho y cuando leentregó a la madre un escudo del Concello y un ramo de flores del delegado del Ministerio de Defensa en Galicia, el coronel Antonio Bernal Martín, que ya se había acordado del soldado ribeirense fallecido en la apertura de la exposición. El acto de clausura de la muestra sirvió de merecido homenaje a José Ángel Martínez Parada, con el que Ruiz precisó que quisieron que se vea el cariño que le tenían al joven soldado y a su familia, y añadió que también es un reconocimiento a los méritos y logros de todos los españoles que participaron en esa labor de pacificación del Ejército español. Bernal subrayó que José Ángel y sus compañeros ofrecieron lo mejor que tenían era su vida en beneficio de todos los ciudadanos. En el momento final de los brazos y despedida de las autoridades a los padres del soldado fallecido aún resonaban las palabras que su madre, Carmen, pronunció hace casi 14 años cuando se enteró de la muerte de su hijo pequeño: “¡Ay, qué ángel se lleva! Dios”. l