Un sobrino localiza sano y salvo al hombre de 85 años desaparecido en A Galea durante el incendio

Un sobrino localiza sano y salvo al hombre de 85 años desaparecido en A Galea durante el incendio
el negro del terreno calcinado contrasta con el colorido parque infantil. operarios repararon un tendido en a igrexa l.v.

Boiro, pero en especial los vecinos de las parroquias de Macenda y Bealo, quedó ayer aliviado por dos razones poderosas. Pese a la grandiosa magnitud del incendio que se inició en cuatro focos simultáneos a las cuatro y cuarto de la tarde del jueves en Tállara y Moimenta, el hecho de que a primera hora de la mañana desapareciera prácticamente la densa y negra humareda que cubría la atmósfera y que el fuego no siguiera avanzando, pues casi sólo había reproducciones, y que poco después apareciera con vida el octogenario que estaba desaparecido les tranquilizó bastante. De todos modos, estaban expectantes ante cualquier llama que se iniciase para reclamar medios o apagarlo con sus medios.
El boirense de 85 años al que se dio por desaparecido a última hora de la tarde del jueves en Boiro fue localizado sano y salvo en torno a las once y media de la mañana de ayer. Se trató de Antonio González Horta, de 85 años, natural de A Galea (Bealo), pero que desde hace algunos años reside en A Amanecida junto a su hija y su yerno, y que a las 12.00 horas del martes salió de su casa para mirar por sus fincas en A Galea. Como no regresó a comer, su hija fue en su busca pero no lo encontró, y al comprobar que seguía sin volver denunció su desaparición en el cuartel. Quien lo encontró fue su sobrino, José González González, que pocos minutos antes salió en su busca, sumándose al amplio operativo de rastreo dirigido por la Guardia Civil y en el que participaron el servicio municipal de emergencias y numerosos vecinos, que ya lo estuvieron buscando sin éxito desde primera hora de la noche hasta las tres de la madrugada, aunque encontraron en una finca de Antonio González un machete que solía llevar consigo al ir a sus propiedades. Afortunadamente, la zona en la que apareció el hombre no se vio afectada por las llamas, pese a que se desalojó de A Galea.
José González relató que lo localizó sentado, sin pantalones y sin una bota junto a un regato conocido como de A Gatiñeira, en la zona de O Foxo, muy cerca de una pista forestal que comunica las aldeas de A Galea y A Armada. Indicó que decidió ir hacia ese lugar pues hace una semana ya lo encontró por allí Lo encontró algo desorientado y tenía sed y que, salvo el cansancio de pasar tantas horas fuera de casa y alguna magulladuras, aparentaba tener un buen aspecto. El sobrino del octogenario llamó a su mujer para comunicarle la buena noticia de su localización y le pidió que avisase a la Guardia Civil. Como la comunicación se cortó, no sabía si le había entendido bien, por lo que le dijo a su tío que esperase allí pues iba a por agua para calmar su sed.
Nada más salir a la pista forestal  se encontró con efectivos del instituto armado, Policía Autonómica y otros integrantes del rastreo, a los que dirigió hasta donde se encontraba. Fueron miembros del instituto armado y del cuerpo de seguridad autonómico adscrito a la Policía Nacional quienes lo sacaron en volandas del lugar para que luego los trasladasen en un vehículo de Protección Civil a un centro sanitario de la zona para hacerle pruebas y curarle las posibles heridas o lesiones que pudiera sufrir.
Los vecinos de las aldeas de Belles de Arriba (Macenda) y de A Galea (Bealo) que fueron desalojados de sus casas debido al peligro que suponía la densa y negra humareda que impregnó el aire en esos lugares y a que esos núcleos de casas quedaron cercados por el incendio, pudieron regresar a sus casas pasada la medianoche, aunque la atmósfera estaba muy cargada. También pudieron regresar al centro de rehabilitación de la asociación Betel, en Moimenta, las cinco personas que se encontraba en ella cuando se registró el incendio, de las que dos escaparon y las otras tres decidieron quedarse a proteger ese edificio y a sus animales -tienen un ternero, tres cerdos, un cabrito, dos ocas, ocho gallinas y un gallo- y al no conseguirlo fueron desalojados por los Bomberos del parque comarcal boirense. Miembros de un par de brigadas forestales se encargaron de velar porque ese centro ni los animales no se vieran afectados por el fuego, como así ocurrió.
Los Bomberos de los parques de Riveira y Boiro estuvieron en alerta para proteger el polígono industrial de Espiñeira, pero a las tres de la madrugada regresaron a sus bases al lograrse frenar con cortafuegos y contrafuegos la cabeza del incendio, que también dejó de avivarse gracias a que calmó el viento que horas antes azotó con fuerza a la zona y que dificultó los trabajos de extinción. Durante la jornada de ayer los diferentes medios movilizados se encargaron de refrescar el suelo y de apagar las diversas reproducciones que se fueron registrando en varios puntos calientes. n

Un sobrino localiza sano y salvo al hombre de 85 años desaparecido en A Galea durante el incendio

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