El Arosa jugará con los seis últimos clasificados en las próximas jornadas

El Arosa mantiene la ilusión de poder pelear por plazas de play-off hasta el final pese a la irregularidad mostrada en el último tramo del campeonato. Dada la igualdad que existe, salvo los dos primeros –Pontevedra y Cerceda–, parece que todo se va a decidir en el último tramo de liga, pero lo cierto es que el Arosa tiene ahora una gran oportunidad de posicionarse en un lugar idóneo para pelear hasta el final por ese gran objetivo. Y es que el equipo vilagarciano afronta un ciclo de seis partidos en los que va a tener como rivales, de forma consecutiva, a los que ahora mismo ocupan las últimas seis plazas de la clasificación. Tampoco es esto una garantía de nada, pero si a estas alturas están en la cola no es fruto de la casualidad, aunque los casos de Boiro y Barbadás sí que resultan sorprendentes.
El ciclo arranca este domingo al mediodía en A Coruña contra el Silva, ahora mismo sexto por la cola. Después recibirá en A Lomba al Cultural Areas, que es penúltimo. El tercer partido del ciclo se antoja también el más complicado. En esa jornada el Arosa visitará Barraña para jugar el duelo arousana contra un Boiro que ahora mismo es el tercero por la cola. El cuarto es el Laracha, que será el siguiente rival del Arosa. Llegará luego la visita al campo del desahuciado Bertamiráns, cuyo descenso parece solo cuestión de tiempo. Y para culminar este ciclo el Arosa recibirá en su campo al siempre incómodo Barbadás, equipo que  tomó un poco de aire en la última jornada con su triunfo ante el Silva, aunque sigue al borde del precipicio.

primera vuelta
No estaría mal que el Arosa repitiese ahora los números de la primera vuelta en este ciclo de seis partidos, aunque son mejorables. Entonces sumara 12 de los 18 puntos posibles. Le ganó al Silva y al Areas de forma consecutiva y luego sumó dos empates sin goles contra el Boiro y el Laracha. Sufrió de lo lindo para ganarle al Bertamiráns en A Lomba y cerró el ciclo empatando en Os Carrís contra el Barbadás. Unos números que tuvieron continuidad en otros dos triunfos seguidos ante el Órdenes y el Choco y un empate en Bouzas. Y esa regularidad le permitió situarse en el grupo de cabeza, del que ahora se ha ido distanciando.