El Arosa se regala una alegría muy merecida con diez

El Arosa se regala una alegría muy merecida con diez
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El Arosa disfrutó ayer de una tarde redonda, salvo por la lluvia y el viento. Derrotó al Compostela pese a jugar en inferioridad numérica más de una hora por la expulsión de Javi Otero. Lo hizo con un tanto de su pichichi, Sylla se desquitó de lo ocurrido en Paiosaco hace una semana y marcó desde los once metros. Un gol que rubricó el partidazo de los de Rafa Sáez, muy generosos en el esfuerzo, concentrados y sólidos en defensa ante un Compostela decepcionante. La victoria fue el colofón a un partido en el que el club y la afición brindaron homenaje al empresario Ramiro Carregal, por su aportación económica, y al alcalde Alberto Varela por sus gestiones. El presidente de Frinsa hizo el saque de honor y ambos recibieron sendos obsequios por parte del Arosa.

El partido tuvo bastante miga. Yago Iglesias apostó por defensa de tres centrales, con Abelenda y Miki de carrileros, un doble pivote formado por Samu y Mon, y dos puntas por delante de un Álex Ares que ayer no brilló. Lo echó mucho de menos su equipo. Rafa Sáez cambió su dibujo. Por primera vez esta temporada el Arosa salió con línea de cinco atrás, tres centrales y Trapero por delante para ayudar sobre los puntas santiagueses. El joven vigués estuvo en todos los lados, hasta en la jugada del penalti. Por detrás de Sylla, Sáez colocó una línea de tres formada por Luis García, Julio Rey y Chiqui. Los tres corrieron de lo lindo y fueron los cambios en el tramo final por diferentes motivos.

El Arosa fue mucho mejor once contra once. Aprovechó los espacios que le concedió su rival por fuera. Hasta la expulsión de Javi Otero, a los 27 minutos, todas las ocasiones fueron locales. Anxo tuvo que intervenir a lo cinco minutos ante Luis García, tras pase filtrado por Chiqui. A los diez repelió un disparo de Javi Otero, tras envío largo en diagonal de Pablo González. Y al cuarto de hora llegó la primera jugada muy polémica. Un gol fantasma que el trío arbitral no concedió al Arosa. En un saque de córner en corto, Luis García la puso al segundo palo donde remató Pablo, el meta Anxo despejó estirándose dentro de la portería. Los locales reclamaron gol, “entró más de medio metro”, aseguraron al final. Pero el colegiado no lo entendió así. La cuarta llegada del Arosa estuvo en un centro chut de Javi Otero, que volvió a hacer trabajar a Anxo.

El día, lluvioso y ventoso, y el campo, irregular, condicionaron a los equipos. Demasiadas imprecisiones en controles y pases en jugadores técnicos. Al Compostela, que estaba siendo superado, se le puso todo de cara cuando Abelenda se coló en la espalda de Pacheco y Javi Otero, que le derribó al borde del área tras tocar balón cuando ya encaraba a Manu Táboas. El árbitro expulsó al carrilero local con roja directa. 

El Arosa pasó a defensa de cuatro (4-1-3-1), el Compostela espabiló. Casi todo lo generó Brais Abelenda en la izquierda.  Un remate flojo de cabeza de Álex Ares y un centro de Miki desde la derecha obligaron a intervenir a Manu Táboas. La grada se encendió tras una patada sin balón de Aythami a Iago, castigada con amarilla. Aún echado más atrás, el Arosa siguió llegando, con Sylla realizando largas carreras en desmarque. El senegalés tuvo dos ocasiones, en la primera, escorado, no remató bien, en la segunda a servicio de Luis García no llegó por poco.

El paso de vestuarios no cambió la cara del Compostela. Lento, previsible y con muchas dificultades para progresar con balón ante las líneas juntas de un Arosa resistente en lo táctico, físico y anímico. La primera ocasión de la reanudación fue local. Centró Chiqui raso y casi hace autogol Piscu, lo evitó su compañero Anxo.  El Compos concentró sus llegadas más peligrosas en un tramo de minutos del 57 al 65. Primero tras una pérdida del Arosa después de recuperación. Después en un balón a la espalda sobre Miki y por último en un centro chut de Santi que el viento envenenó, tocó Táboas, el larguero y remató Aytahmi en área pequeña, pero intervino con agilidad el portero arlequinado. 

Parecía que empezaba el asedio. Pero el Compos no cambió de marcha y el Arosa nunca flaqueó, fiel a su plan de partido, no renunció a ganarlo. Así, en el 73, tras un rechace hasta medio campo en un córner, Torrado la devolvió en globo al área, Trapero corrió a incordiar a Piscu, que le hizo penalti. Absurdo, como en la primera vuelta en Santiago. Sylla no falló. Con el 1-0 el Arosa manejó bien los códigos, interrupciones, poco ritmo, mínimos errores. Sáez fue oxigenando el centro del campo con los cambios. Chiqui se fue cojo, tras recibir un rodillazo en el muslo. Luis y Julio, desfondados, tras correr una barbaridad. Un remate desde la frontal de Remeseiro flojo fue la única visitante hasta la prolongación, cuando en un rechace la tuvo Aythami, pero Táboas salió rápido a tapar. Pasado el 94 el árbitro señaló el final. El público ovacionó a sus jugadores. Merecido.

El Arosa se regala una alegría muy merecida con diez

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