Víctima de un pésimo inicio de partido, en el que llegó a estar 18 puntos abajo (20-2), el Cortegada perdió ayer en Vigo 72-57 ante el líder Celta, que sigue invicto. Lo hizo con la cabeza bien alta, sobreponiéndose a un mal primer cuarto y peleando el partido, pero sin el acierto que demandaba como clave Rubén Domínguez en la previa para ajustar el marcador cuando en varias ocasiones consiguió reducir la desventaja hasta los 8 puntos.
En los primeros minutos coincidieron dos circunstancias, el Celta estuvo muy bien en defensa e impidió al Cortegada meter el balón dentro, y las locales fueron letales en ataque, con la norteamericana Motley imparable en el uno contra uno e Iciar Germán haciendo daño lejos de la zona. Tras el 15-0 en los primeros cinco minutos Rubén tuvo que parar el partido. El segundo triple de Germán puso el marcador en un demoledor 20-2, con dos tiros libres de Sara Gómez como única anotación visitante. A partir de ahí el Cortegada reaccionó y liderado por Sangalli cerró el primer cuarto 22-9. En el segundo llegó su mejoría en defensa hasta ponerse a 8 (26-18), encontrando ventajas cerca de canasta y cargando bien el rebote de ataque, pero tras el tiempo muerto local otra vez dio un estirón el Celta, que se fue al descanso 35-22.
En el tercer cuarto, el Celta salió muy enchufado, aunque el Cortegada volvió a ponerse a 8 puntos, un parcial de 7-0 abrió brecha, 46-31. Las vilagarcianas nunca se rindieron, pelearon y con un 0-6 de parcial siguieron creyendo siempre en la remontada, pero fue entonces cuando los triples, tan necesarios, no entraban. Ocurrió también en el último cuarto, con 55-40 parecía sentenciado, pero no, la vuelta de Sara a pista, la cuarta falta de Raquel Carrera y dos triples de Salomé García hicieron que el Celta no pudiese estar tranquilo en ningún momento, salvo ya al final, cuando aprovechó para ampliar su renta.