El Cortegada recibe al Arxil en su tercer derbi gallego consecutivo

El AD Cortegada disputa esta tarde en Fontecarmoa ante el Arxil su tercer derbi gallego consecutivo en este inicio de la LF2. Las locales llegan al duelo de rivalidad con la inyección anímica que supuso ganar en la prórroga al Maristas el pasado sábado, pero pendientes del estado físico de Izabella Sangalli, que en un entrenamiento pisó a su compañera Cris Loureiro y se dañó un tobillo. “No pudo entrenar en toda la semana, pero es probable que pueda jugar”, reconoce Rubén Domínguez.
El Cortegada ganó por un punto a Arxil hace un mes en el mismo escenario en partido de Copa Galicia. Desde entonces las pontevedresas han realizado una variación en su plantilla que afecta a su estructura y modelo de juego. Se marchó la americana Sierra Clark, alegando motivos personales y falta de adaptación al equipo, por lo que el club pontevedrés fichó a Cassie Oursler, pívot de 22 años y 1,93 metros de altura. “Es una pívot grande, la otra era un falso pívot”, explica Rubén, “ahora son un poco más interiores”.
El Cortegada sabe perfectamente lo que le va a plantear el Arxil. “Juegan un poco a correr. La idea está muy interiorizada en su ADN, buscan mucho el balón dentro e intentar penetrar”.
El entrenador de las locales habla de jugar “como lo hicimos en Coruña”, a pesar de que “no tuvimos acierto exterior y debemos mejorar en el tiro libre. Hubo momentos donde no estuvimos a lo mejor en alguna situación consistentes, pero fue de manera puntual”.
Rubén Domínguez se centra solo en lo que puede controlar. “En el juego cada vez jugamos mejor. El acierto va y viene”. Y espera que el factor cancha sea un estímulo para el equipo. “Estamos con ganas de ganar, en casa siempre juegas arropado y contra el Celta hicimos un partido muy bueno. Jugar en casa es un plus de energía porque el público nos ayuda mucho”.