El Arosa 2022-2023 sigue construyéndose a medida que avanzan los días. El club anunció hoy dos novedades importantes. Por un lado la renovación de Sergio Cotilla, que apuesta por seguir en Vilagarcía pese a manejar varias ofertas de Segunda RFEF. Y por otro la baja de Róber, que ha decidido centrarse en su carrera como entrenador, hacia donde encauza su futuro laboral, por lo que aumenta su vínculo con el RC Celta, donde entrena en la cantera e incluso podría jugar un último año en el filial de Tercera RFEF antes de colgar las botas.
La renovación de Sergio Cotilla es una magnífica noticia para la entidad. Y otra declaración de intenciones del club de que quiere apostar seriamente por el ascenso. El lateral vigués fue el mejor jugador del equipo en Segunda RFEF. Categoría en la que tenía ofertas de otros equipos gallegos y también de fuera de Galicia. Incluso se le abrió la puerta a una opción en Primera RFEF, pero Cotilla, que trabaja en Vigo, quiere compaginar fútbol y obligaciones laborales y tiene la ilusión de retirarse en el Arosa. Cumplirá su cuarta temporada de arlequinado. A sus 30 años apuesta por el club vilagarciano. “No hay mejor sitio para estar. Llevó tres años aquí y soy feliz y quiero devolver al Arosa a donde se merece”. Cotilla reconoce que jugar en el Arosa es una “felicidad absoluta” porque “es mi casa, cada año me siento mejor”. El lateral izquierdo reconoce que “sería un placer” retirarse “en un histórico como el Arosa” y también ser uno de los capitanes esta temporada, en la que anima a la afición a apoyar al equipo.
En el caso de Róber Fernández, que también llevaba tres temporadas en el club, su marcha se debe a que a sus 32 años prioriza su futuro laboral como entrenador, faceta que ejerce en la cantera del RC Celta. “Creo que ya tengo una edad, después de la lesión que tuve creo es momento de dar un paso al lado y pensar en mi futuro como entrenador”, explica. A falta de decidir si cuelga las botas definitivamente o ayuda también desde el campo en el filial celeste de Tercera, Róber se va muy agradecido. “Voy a integrarme en la estructura de un club profesional que apuesta por mí y a lo que me quiero dedicar en el fturo. El Arosa ha entendido la situación y se lo agradezco. Solo tengo buenas palabras para el club por estos tres años en Vilagarcía y le deseo lo mejor al Arosa”. Róber comunicó su decisión a la directiva y al propio Luisito. El jugador de Porriño no pudo evitar emocionarse. Su última temporada de arlequinado, en la que al fin se le presentó la oportunidad de jugar en Segunda B (Segunda RFEF) estuvo marcada por una grave lesión al inicio de temporada, que no impidió que se recuperase y pudiese participar en los dos últimos partidos.
Desde el club entienden su marcha y el propio presidente le dijo que ojalá algún día pueda volver como entrenador.