Un gol anulado en diferido priva al Céltiga de la victoria ante el Juvenil (2-2)

Un gol anulado en diferido priva al Céltiga de la victoria ante el Juvenil (2-2)
Lezcano marcó en posición dudosa, el árbitro y el asistente dieron gol y minutos después rectificaron | mónica ferreirós

En el fútbol sin VAR hay una máxima que dice que una vez que el árbitro pita, las protestas son completamente ineficaces y solo sirven para ver tarjeta. Esto siempre ha sido así. Hasta hoy en A Illa. Uno de los asistentes decidió señalar fuera de juego en el gol que unos instantes antes había dado como válido, al igual que el árbitro. Era el 3-2 a favor del Céltiga ante el Juvenil en el minuto 83. Los jugadores locales habían festejado el tanto de Lezcano y ya estaban en campo propio para el saque de centro del rival. Fue entonces cuando el asistente, después de las protestas de jugadores, cuerpo técnico e incluso de un aficionado en la grada, llamó al árbitro antes del saque de centro para señalar la infracción con efecto retardado.


Se armó un follón. Un jugador del Juvenil se subió al muro  de la grada para enfrentarse con los aficionados locales. Javi Domingo fue expulsado por protestar. La incomprensión dio pasó a un enfado mayúsculo. El juego estuvo parado casi diez minutos, mientras por megafonía sonaba el tema musical de Rafhael “Escándalo”. Lo fue. Y es que el gol anulado en diferido se sumó a un dudoso penalti señalado por el árbitro que puso en ventaja a los de Ponteareas en la segunda parte. Demasiados palos en las ruedas para el equipo de Luis Carro en el duelo estelar de la jornada.


Pese a todo el Céltiga pudo y mereció ganar, pero se tuvo que conformar con un empate que le deja igualado en la segunda plaza con su rival y el Areas a 20 puntos, 3 menos que el líder Villalonga.


El partido no solo estuvo condicionado por las decisiones arbitrales, sino también por el viento. El Céltiga empezó dominando con balón ante un Juvenil plegado que buscaba robar en mediocampo para atacar rápido. En ese contexto los locales se manejaron bien, cuidando la pelota y circulando con criterio. A los tres minutos hicieron gol. Empezó y finalizó la acción Julio Rey, que se asoció en la izquierda con Álex Rodríguez. El otro Álex, Fernández, se adentró en área y puso el pase por abajo que empujó Julio llegando.


Tras el gol el Juvenil dio un paso adelante y beneficiado por tener el aire a favor consiguió equilibrar el juego, pasando el equipo de Luis Carro a atacar más en transiciones.


El Céltiga encajó el 1-1 en un centro desde la derecha por abajo. Hasta tres opciones de remate tuvieron los visitantes ante la pasividad de su rival. Acabó acertando Marcos Torres a la media vuelta. Tras el 1-1 el Juvenil siguió percutiendo, jugando mucho con el viento como aliado. Los córners iban cerrados, obligando a Nucho a emplearse a fondo. Y cualquier falta, por lejana que fuera, también buscaba portería. Nucho tuvo que despejar un potente disparo desde fuera del área de Jon. El Céltiga solventó la situación hasta el descanso.


En la segunda parte el aire sopló a favor de los locales. Un centro de Nico y dos córners seguidos de Julio Rey obligaron a intervenir al portero Adri. Avisó el Juvenil en transición antes del 1-2. En un centro al área  mal despejado por los locales. Jon remató a placer y Nucho con un paradón evitó el gol. En la siguiente acción, tras otro centro al área, el árbitro pitó penalti por una supuesta mano de Nico, más que dudosa.  Marcos Torres lanzó desde los once metros y puso por delante a los visitantes. La reacción del Céltiga fue inmediata. Manu Bugallo enganchó un disparo desde treinta metros abajo y el balón se coló pegado al poste izquierdo de Adri.


A partir de ahí el Juvenil se metió en su campo con un 4-1-4-1 y se dedicó a defender para que no pasaran cosas. Pero con los cambios el Céltiga ganó chispa en ataque. Sayar y Guille armaron la acción del polémico 3-2. Marcó Lezcano en área pequeña. El asistente y el árbitro dieron el gol. Los visitantes protestaron y consiguieron que cambiaran la decisión.


Tras el parón por las protestas, tumultos y altercados, el juego se reanudó con el Céltiga con diez. En inferioridad fue a por el tercero y tuvo dos ocasiones en remates de Guille y Julio. El empate sabe a poco y tiene un alto coste, ya que Óscar Iglesias también fue expulsado por protestar al final del partido. 

 

 

Un gol anulado en diferido priva al Céltiga de la victoria ante el Juvenil (2-2)

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