El CD Boiro se citó en Barraña con la UD Barbadás. Un duelo en el que los de Tizón se jugaban mucha tranquilidad de cara a la permanencia en Tercera RFEF, y en el que a pesar de verse superados por momentos, consiguieron retomar el vuelo para firmar un 2-1 con el que dan un paso de gigante de cara a la salvación, colocándose décimo con 38 puntos.
Durante los primeros minutos, el Boiro comenzó presionando fuerte, pero el Barbadás rápido se enchufó al partido. La ocasión más clara de los locales la firmó Sylla a los diez minutos del inicio, quedándose solo ante el portero, pero Borja llegaría antes para atrapar el esférico. Solo cinco minutos más tarde, Sylla se encargaría de remendar el error anterior, mediante un remate de cabeza que ponía el 1-0 en el electrónico de Barraña.
El tanto desequilibró a los visitantes, que peleaban por la posesión. Una recuperación de balón de Álex Rey en el centro del campo devolvió la posesión a los de Tizón, pero el Barbadás continuaba proponiendo un gran fútbol, aunque sin mucha claridad en las bandas, optando por las transiciones rápidas.
Yosi se encargaba de poner un pase perfecto para Yaguito, que se encontraba ya dentro del área rival, pero el disparo se iría directo a las manos de Borja. La reacción de los visitantes pasaba por Daniel, que desde la banda izquierda filtraba un pase para Brian Clemente, solo ante los dos centrales locales, pero Álvaro se encargaría de despejar de cabeza.
Una mano de Borja Rey pasado el ecuador de la primera mitad salvó a los locales de que el enfrentamiento se fuese al descanso con el empate tras una jugada por la banda. El esfuerzo del santiagués no sirvió de nada, y es que en la acción inmediata, Braian Clemente disparó con total tranquilidad ante el portero, rematando solo en área pequeña. Los visitantes no cesaban en su presión, con un gran Gabri que se apoderaba de la banda derecha.
Lo cierto, es que tras el gol, el equipo de Tizón bajó la intensidad, especialmente a la hora de mantener una presión alta. La estructura del Barbadás complicaba que los boirenses salieran con facilidad al ataque, en dónde como referencias solo estaban Piñeiro y Sylla.
Guillermo García arrancaba el segundo tiempo dando entrada a Rubio en el lugar de Toño. Tizón apostó por los mismos jugadores que en el primer tiempo. Yosi filtró un pase para Sylla desde la banda derecha, pero finalmente la acción de peligro acabó en nada y el esférico en las manos de Borja.
Los visitantes se mostraban mucho más sólidos, manteniendo bien las líneas defensivas y dificultando la circulación de balón en el último tercio del campo. El Barbadás buscaba el contragolpe, y una pérdida de Regueiro nada más saltar al campo, dio alas a los de García para coger velocidad.
La ocasión más clara de peligro de los locales la firmó Álvaro en el minuto 20 del segundo tiempo, con un disparo lejano con gran potencia que se fue rozando el palo. Lo intentó también Yaguito por el exterior, pero sin encontrar recompensa. La insistencia local encontró su recompensa en una acción de córner, en la que Yaguito, siendo el más listo de la clase, pilló el rechace del portero para poner el 2-1 en el marcador.
Los de Tizón seguían insistiendo, pero Nespereira le ganaba constantemente la espalda a Regueiro. El Barbadás volvía a generar peligro con un disparo de Riveiro que se fue fuera por muy poco. Riveiro y Gabri buscaban abrir la banda derecha para centrar, pero tampoco encontraban rematador, por lo que el esférico acabó en manos de Borja Rey. Las tornas se cambiaron en los últimos minutos del enfrentamiento, con un Boiro que ahora sí buscaba salir al contragolpe, esperando la llegada de Sylla.
Regueiro presionaba por la banda para filtrar el pase a Sylla en área pequeña, que a punto estuvo de marcar, pero logró despejar la defensa visitante. Un mal pase de Sylla otorgó el balón a Riveiro, que filtró para Isma, forzando así la intervención de Noya para provocar el córner. Las malas noticias parecían volver a invadir al Boiro, con un David Noya que salió del terreno de juego cojeando. La UD Barbadás se encomendaba a un mágico contragolpe a los pies de Isma y Riveiro, pero sin encontrar recompensa.