Jéssica Bouzas suma y sigue. Esta mañana en Antalya (Turquía) consiguió una victoria muy luchada ante la rusa Polina Kudermetova en dos horas y veinte minutos de juego. La vilagarciana levantó un partido que se complicó mucho, ya que cedió el primer set por 6-2. Pero lejos de bajar los brazos, fue capaz de encontrar sensaciones en el segundo para llevárselo por 7-5 y, ya con mucha confianza, se apuntó el tercero 6-3.
Es una victoria con un significado especial, porque le da el pase por primera vez a unas semifinales de un torneo WTA, el 125K Megasaray Hotel Open. A sus 21 años ha ido rompiendo barreras durante años en el circuito ITF, que sirve para iniciación en el tenis profesional a jóvenes jugadoras, pero que reparte menos premios y puntos que el WTA, donde están las mejores del mundo. Desde el año pasado Jéssica se ha ido ganando su sitio en este circuito, llegando a cuartos de final en varios torneos. Ahora rompe también su techo en los mismos y en el ranking mundial, alcanzando de forma provisional el número 118, su mejor puesto, por lo que sigue acercándose paso a paso a su objetivo de ser top 100.
Este sábado jugará las semifinales sobre la tierra batida de Antalya contra la suiza de 23 años Simona Waltert. Otra batalla para la española, pero también una gran oportunidad de meterse en su primera gran final de su carrera profesional.