6º-17º
lunes | 29 abril | 2024
El vilagarciano Pablo Quintáns forma parte del cuerpo técnico del Maristas A Coruña, como segundo de Fernando Buendía, el entrenador. Quintáns también se encarga de llevar la batuta del equipo junior femenino. Sin duda, este encuentro que será especial para el vilagarciano, ya que se reencontrará con el equipo que marcó su vida. “Al Cortegada le deseo lo mejor pero a partir del sábado, primero Maristas y después Cortegada. Una vez acabe el partido ojalá ganen todo”, señala Quintáns. Una etapa que recuerda con mucho cariño, a pesar de que sigue vinculado al baloncesto vilagarciano organizando junto a Luis Gabín, ente otros, los campus de verano que se llevan a cabo en la Ría. Un duelo que supone mucho para ambos conjuntos de cara al posible ascenso.
Las locales ocupan el quinto puesto con 36 puntos, mientras que Mariscos Antón Cortegada se encuentra una posición por debajo, sextas, con los mismos puntos. Cabe destacar que Maristas tiene un partido menos que las de Álvaro Fernández. Para ambos conjuntos resulta determinante puntuar, ya que los dos miran hacia el ascenso. “El equipo está bien, ilusionado, porque después de años intentando el ascenso ahora está más cerca. Es cierto que nos han mermado alguna baja”, comenta Quintáns.
Sin duda, se trata de una oportunidad para ambos conjuntos. “Creo que tuvieron muy mala suerte con bajas importantes para ellas, después cambiaron de entrenador justo una semana después de que nosotros visitasemos Fontecarmoa, y han ido ganando partidos y perdiendo otros”, comenta Quintáns.
Una temporada un tanto irregular por la que las de Álvaro Fernández buscarán dar el golpe definitivo en casa de Maristas. “Creo que es un equipo muy peligroso. Vienen un poco más con el agua al cuello que nosotros”, señala el vilagarciano. Sin duda, la ilusión de Pablo Quintáns es conseguir llegar a la fase de ascenso con el Maristas, consciente de que todavía tienen una bala más que el Cortegada. “Evidentemente vamos a salir a por todas. Va a ser importante controlar la parte emocional, los nervios, porque en el pabellón va a haber gente”.
En cuanto a las cuestiones más técnicas, destaca la importancia de poder “controlar el rebote y los espacios”. “A nosotras nos gusta hacer transiciones y a ellas también. Es cierto que el acierto, seguramente, también influye, pero tener el control de las cosas más básicas es lo que seguramente va a decantar el partido, y después detalles, momentos puntuales”, señala.
Durante dos décadas, Pablo Quintáns estuvo entrenando en Vilagarcía, una de las ciudades con más arraigo al baloncesto, hasta que se mudó a A Coruña. “Aquí se lo come todo el fútbol. Tener un equipo como el Deportivo marca mucho”, lamenta Quintáns. “Es verdad que esta temporada hay mucho más ruido por el posible ascenso, pero falta mucho para que llegue a la impotancia que tiene en Vilagarcía”.
