Si por algo se ha caracterizado el Arosa SC durante toda su historia es por contar con una incansable afición. Así nació la peña Escuadra Arlequinada, que acompaña al equipo en absolutamente todos los partidos. Aficionados que no esconden su decepción con la actual temporada. 

“La gente está muy desilusionada. Había muchas expectativas y se hizo un equipo para ser líderes de sobra, y al final, la actitud de muchos jugadores no deja espacio a confiar en el play-off”, comenta Pepin, presidente de la peña arlequinada. Los aficionados esperan no vivir otro bochorno hoy ante el Viveiro, sobre todo, para que las cuentas sigan dando y haya esperanzas de jugar el play-off. 

“Hay muchos jugadores que no pueden jugar en A Lomba porque se mete mucha presión, siempre hay entre 800 y mil personas. La realidad es que se hizo este equipo para ascender sí o sí”, lamenta Pepin. “La gente está muy cabreada. Aquí porque somos muy tranquilos y no causamos mucho jaleo, pero si esto llega a pasar en otro sitio... es el momento de tomar otro rumbo”, recalca. 

El enfado es evidente, y más que razonable, teniendo en cuenta que esta plantilla se hizo “a golpe de talonario”, destinando los fondos recaudados en la Copa del Rey. 

“Ellos vienen aquí a ganar una pasta. Vas a ver un partido en A Lomba y se te quitan las ganas de volver, la gente fue perdiendo la ilusión. Hoy ya vamos con miedo a ver cómo sale el equipo. Esperemos que de un vuelco las jornadas que quedan y a ver si Lemos pone a jugar a los juveniles”, dice con resignación el presidente de Escuadra Arlequinada. A pesar de contar con jugadores contrastados en otras categorías, el proyecto del Arosa de esta temporada parece estar destinado al fracaso más estrepitoso. 

“Hay que hacer un cambio de rumbo con el club en general. A ver cuando sea la Asamblea cómo están las cuentas también. Sacando a algún jugador de aquí de la zona habría que hacer un equipo de base, con chavales de aquí, que atraiga a la gente de verdad”, plantea Pepin. 

“Esta dirección ya lleva muchos años, se necesita gente joven que venga a hacer cosas diferentes, porque sino va a ser siempre lo mismo”, lamenta. Ahora, solo queda resignarse ante los cinco partidos restantes que para nada apuntan al optimismo entre unos aficionados más que decepcionados. “El equipo está completamente roto, no tienen pies ni cabeza, son individualistas”, sentencia.