Jéssica Bouzas debutó en el WTA 1000 de Montreal con una victoria sobre la norteamericana Louisa Chirico en un partido de más de tres horas por 5-7, 7-5 y 6-4. En su primera experiencia en Canadá, la vilagarciana fue capaz de salir airosa de un durísimo envite en el que tuvo que pelear en diferentes frentes.
Primero por adaptarse a la pista dura, en la que se estrena en competición en verano tras jugar los últimos meses en tierra batida y hierba. Y tuvo que hacerlo tras verse con un marcador que se le puso en contra y unas sensaciones que no acabaron de fluir como le gustaría. Pero la joven de 22 años es una jugadora cada vez más madura. Tiene esa capacidad de saber mantener la confianza en sus opciones y la cabeza fría en los momentos que los golpes ganadores se alternan con errores no deseaados, o en los que aprieta la rival.
Fue así como se agarró a la pista tres verse 5-1 abajo de inicio en el primer set. Jéssica no empezó bien con el saque y le costó adaptarse al bote, velocidad de la bola y sus propios movimientos en la pista. La americana de 29 años, que llegaba con la experiencia de jugar la previa, estaba más cómoda y parecía que se llevaría la primera manga por la vía rápida. Pero Jéssica peleó para adaptarse a un incómodo contexto y consiguió su primer break y sacar su turno de saque adelante, por lo que consiguió cambiar la dinámica del partido.
Levantó un 30-0 en contra para encadenar un segundo break y un tercer juego seguido, al que le siguió un cuarto para empatar 5-5. Había logrado cambiar la dirección del partido. El decimoprimer juego fue larguísimo, con polémica incluida, y cayó de lado de Chirico (6-5). Con 15-40 al saque, Jéssica salvó dos bolas de break en contra, pero se le escapó el set tras su séptima doble falta (7-5). Fue una pena, pero no se detuvo en lamentos.
En el segundo set ya sabía perfectamente como jugar el partido. Fiel a su estilo, no dejó de atacar cada vez que pudo, sobre todo con su derecha. Tomó ventaja (3-1) y aunque siguieron las dobles faltas (otras 7), con algún saque directo (2), sus sensaciones y puntos ganados al saque ya fueron diferentes. Algo que no evitó que la mañana canadiense siguiese siendo complicada. Con 5-4 y 40-0 arriba no pudo cerrar el set. Dos dobles faltas desafiaron su lucha interna tras conceder el 5-5, pero mantuvo la calma y al resto hizo un break para a continuación sí dar carpetazo al set (7-5).
Chirico se fue al vestuario y a su regreso empezó un toma y daca en el último set en el que ambas parecían inabordables con el saque. Con 4-4 al resto, Jéssica se puso 0-40 y a la tercera oportunidad de break, la quinta en lo que iba de set, hizo la ruptura. Después de tres hora de partido, sacaba para ganar. Se le volvieron a torcer las cosas. No podía ser de otra forma en una mañana tan fastidiosa. Levantó un 0-40 en contra y aprovechó su segundo match point para ganar el partido. Levantó los brazos y celebró la victoria. Fue un ejercicio de resilencia. Bouzas Maneiro sabe competir y el público canadiense ya lo sabe. En segunda ronda jugará contra otra norteamericana, Ashlyn Krueger, número 29 del mundo.