Resuelven la apelación de una patinadora boirense sobre su carta de libertad

Resuelven la apelación de una patinadora boirense sobre su carta de libertad
Imagen de María Jesús Vázquez, presidenta de la Federación Gallega de Patinaje | Federación Galega de Patinaje

La Federación Gallega de Patinaje (FGP) puso fin a unos tormentosos meses para Maite Dieste, después de que su hija, de solo once años, quisiese abandonar el Club de Patinaje Boiro, en el que se encontraba inscrita con su correspondiente ficha federativa. Algo que se podría haber quedado en un simple trámite terminó por implicar al Juez de Competición y Disciplina de la FGP. 

 

“Tras ocho años, mi hija decidió abandonar la actividad debido a una situación continuada de trato discriminatorio, y es que en todos los entrenamientos sufría falta de atención. No se atendían sus requerimientos ni correcciones pertinentes. Mientras, otras compañeras eran reforzadas de forma evidente”, cuenta Maite Dieste. 


“Pusimos esta situación en conocimiento de la entrenadora, que manifestó ser la propietaria del club. Le ofreció a la niña entrenar los días que ella quisiera para que no abandonase, pero no quiso porque este tipo de vivencias las sufrieron compañeras que abandonaron el club”, continúa explicando Dieste. Tras esta situación, el club denegó la carta de libertad a la menor, lo que le impedía patinar y competir durante toda la temporada. 


Por ello, Maite Dieste puso todo en manos de un abogado, que fue quién remitió la pertinente apelación a la Federación. Desde los primeros días de febrero datan los correos electrónicos entre club y madre de la menor, que solicitó en reiteradas ocasiones la baja y carta de libertad de su hija, sin obtener respuesta.

 

Finalmente, el 19 de febrero, el club comunica que, después de que Dieste solicitase también conocer los estatutos, “tienen constancia de que su hija llevó a cabo entrenamientos con otro club”, por lo que resultará expulsada por la Junta de la entidad. 


El club comunicó la expulsión por correo electrónico, señalando que en redes sociales habían visto cómo la menor entrenaba con otro equipo, y recalcando que no le harían entrega de la carta de libertad, ni de los estatutos. En la alegación presentada en nombre de la madre de la menor a la Federación se explica que “la expulsión se comunica sin tramitar el correspondiente expediente disciplinario, sin nombrar instructor de procedimiento, y sin indicar la infracción supuestamente cometida”. 

 

Por ello, terminaron solicitando al Juez de Competición que interviniese otorgando la carta de libertad a la menor, y adjuntando todos los correos electrónicos y demás documentación, a la vez que solicitaron que se declarase el libgro de registro de socios, de actas, contables, y la certificación del Tesorero.


En lo que respesta a los estatutos del club, la Federación Gallega resolvió que “no compete a los órganos disciplinarios de esta Federación pronunciarse respecto al funcionamiento interno de los clubes”, pero en lo que sí se pronuncian, es en la situación deportiva de la barbanzana, señalando que “la expulsión del CP Boiro debe suponer la desaparición de todo vínculo, lo que a su vez implica la desaparición de la licencia, pudiendo tramitar otra en un nuevo club”. 

 

"En este sentido, no podemos sino concluir que la expulsión acordada por el CP BOIRO debe suponer la desaparición de todo vínculo jurídico entre la patinadora y su Club, lo que a su vez acarrea la desaparición de la licencia, dejando expedita la vía para la tramitación de una nueva con un nuevo Club, o como deportista independiente", dice la resolución de la Federación en el apartado Segundo de los Fundamentos de Derecho. 

 

Así, aceptando la expulsión para poder tramitar una nueva licencia en la Federación, la pequeña barbanzana vuelve a subirse a sus patines en otro club en el que afirma "estar mucho más contenta".  

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