​Sergio Cotilla: “Llegar a cien partidos con el Arosa no es ninguna tontería”

​Sergio Cotilla: “Llegar a cien partidos con el Arosa no es ninguna tontería”
El lateral vigués Sergio Cotilla ha jugado 99 de los últimos 102 partidos oficiales del Arosa | da

Sergio Cotilla será centenario con la camiseta arlequinada mañana ante el Celta C Gran Peña (17 horas, A Lomba). Se unirá a Sylla, Manu Táboas y un Julio Rey que ya supera los 200 encuentros. La particularidad de Cotilla es que llegará a la cifra mágica en un tiempo récord. Y es que desde que llegó a Vilagarcía ha jugado 99 de los últimos 102 partidos oficiales del Arosa.


En su primera temporada lo jugó todo, los 28 partidos. La segunda, la del ascenso, solo se perdió un partido por problemas físicos y otro por sanción (28 de 30). El año pasado en Segunda RFEF jugó 33 de los 34 partidos de liga, ya que se perdió el del Móstoles en A Lomba por sanción, y este año ha jugado los ocho de liga. A todos estos hay que sumarles dos partidos de Copa RFEF, por lo que Cotilla mañana se pone a cien.


Esto de jugarlo prácticamente todo es algo habitual. En el Bouzas tienes temporadas de 43 partidos jugados y más de 3.500 minutos. ¿Cuál es el secreto?

Ya a estas alturas, con 30 años, es evidente que hay algo genético porque es mucha suerte tener tanta continuidad sin lesiones, aunque también es verdad que en el día a día hago todo lo posible para que así sea. Tengo un día a día muy sano.


¿Cómo es un día normal en tu vida?

Pues me levanto a las cinco y cuarto de la madrugada, me preparo un buen desayuno con avena y todos estos pifostios que monto en la cocina. Me voy de Vigo a Tui y a las seis y cuarto estoy en mi trabajo como delineante proyectista. Como en el trabajo de tupper con lo que me preparo yo y a las tres salgo del trabajo y me voy directo a Vilagarcía a entrenar. Después de entrenar, cuatro días a la semana, me voy a un gimnasio hasta las 10 de la noche.


¿La dieta la marcas tú?

Lo hago yo porque en el Celta nos dieron mucha información sobre nutrición, a medida que pasan los años uno se queda con lo mejor de todo eso que te fueron dando y por eso me hago mis planes porque sé lo que me va bien.


¿Qué no comes?

Cualquier tipo de dulce o procesado. Nada de bollería, salsas ni alcohol. Como variado pero muy sano. Si un día tomo una bebida azucarada me sienta mal porque no estoy acostumbrado. Todo lo que hago es porque me gusta, no solo porque me está permitiendo evitar lesiones y sentirme bien.


¿Qué tipo de trabajo realizas en el gimnasio?

Pues entre otras cosas trabajo de prevención, son ejercicios rutinarios y un trabajo extra que me va muy bien, es lo que me permite sentirme fino. Al final todo esto me ayuda. Se trata de que todo lo que tenga que estar en su sitio, siga estando en su sitio.


Repasemos tu trayectoria. ¿Cómo empezó todo?

Empecé en el Colegio Hogar, llegué al Celta en alevines siendo mediocentro y Salva fue el que me probó de lateral. Estuve en el Celta hasta mi último año juvenil, que me rompí el peroné y me fui cedido al Bouzas también en División de Honor. A las tres semanas ya entrenaba con el primer equipo y debuté ese año en Tercera. Fueron muchos años en el Bouzas, quizá demasiados.


¿No tuviste ofertas para cambiar de aires?

En mi segundo año sénior se habló de Barcelona, Atlético de Madrid y Villarreal. Decían que estaban siguiéndome, pero yo no tenía representante y solo me venían con cantos de sirena el presidente y el director general del Bouzas. El Mallorca sí se puso en contacto conmigo para que fuese a hacer una prueba, pero tenía exámenes en esas fechas a final de temporada y lo pospuse. Después me dijeron que ya habían cubierto esa posición con otro jugador. Son trenes que pasan, nunca sabes si hice bien o no.


¿Y equipos gallegos?

Sí, claro. Equipos como el Vilalbés o Bergantiños, que me llama todos los años, pero yo empecé a trabajar a los 20 años y cualquier oferta que me hicieran no iba a hacer que dejase el trabajo. Nunca me moví por dinero, lo único que pido es que me valoren. Si el mayor sueldo del Arosa fuesen 200 euros y me los dieran, yo firmaría encantado igualmente.


¿Siempre tuvo esa ética de trabajo y profesionalidad?

Mi mentalidad no cambió. Siendo infantil ya recuerdo hacer ejercicios en los entrenamientos e intentar siempre quedar de primero, y llegar a casa casi llorando si no lo conseguía. A día de hoy, con treinta años, me fastidia no reventar a todos los chavales. No lo puedo evitar. Tiene su lado malo también porque no te puedes exigir más de lo que da tu cuerpo.


¿Qué supone llegar a los 100 partidos con el Arosa?

Pues una gran satisfacción y le doy mucha importancia. De hecho llevo mirando los partidos que me faltan para llegar desde la temporada pasada y bromeando con Julio sobre eso. El Arosa me dio la oportunidad estos años y poder jugar tantos partidos es una forma de cumplir con ellos. Aquí en Vilagarcía encontré el fútbol que siempre quise. En Bouzas estaba muy bien, después de nueve años allí, hacía casi lo que quería, pero nunca fue el fútbol que esperaba. En A Lomba se respira fútbol, es lo más cercano al profesionalismo. Hace años se lo decía a Rafa Sáez, le daba las gracias por traerme aquí porque son los años que más feliz estoy siendo en el fútbol. Llegar a cien partidos para mí es sentirme parte de la historia de este club, no es ninguna tontería, para mí es todo un orgullo.


¿Cómo está el equipo y qué me dice de esta temporada? ¿Es complicado el día a día con la exigencia de Luisito?

La verdad es que es la primera vez que tengo un entrenador así. A veces, hagas lo que hagas, sabes que vas a chupar bronca. Pero así como tiene ese lado que a veces muestra, después es un entrenador muy cercano, fue futbolista y entiende muchas de las cosas que pasan. A Luis hay que saber llevarlo y entenderlo, yo estoy contento. En cuanto al equipo, después de la derrota en Viveiro somos más piña. Cuando te dan un tortazo como el que llevamos, el vestuario se une más. Esta temporada es complicada, para mí la liga tiene más nivel que el año que ascendimos. Hay mucho gallo para quedar primero. Tienes que hacer las cosas muy, muy bien y tener suerte. Sabemos que somos el Arosa y es una camiseta que pesa por todo lo que hay detrás, hay que convivir con esa presión.


¿Cómo se ve en su rol de veterano y referente en el vestuario?

No me siento así, en mi cabeza pienso que tengo 25 años y la verdad es que físicamente estoy mejor ahora que cuando llegué al Arosa. Cada año que pasa me siento mejor, llegará un día que no sea así, pero de momento... En cuanto a lo de referente, yo sé que tengo que dar el 100 %, si doy el 90% en un partido soy una ruina.


¿Notas el cariño de la gente?

Sí, desde el primer día. Me encanta la afición y siempre ha estado conmigo a muerte. A veces pienso que no nos merecemos todo lo que tenemos detrás, esa afición y todo lo que mueve el Arosa. Es algo de otra categoría.


Por el césped de A Lomba ya ni te pregunto...

Es vergonzoso hablar de ello. Todos los años lo mismo. Llegan las primeras lluvias, en un partido queda mal el campo y a partir de ahí se acabó A Lomba hasta que mejora el tiempo.

​Sergio Cotilla: “Llegar a cien partidos con el Arosa no es ninguna tontería”

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